AMLO y su plan de rescate de PEMEX
- Las propuestas de gasto de López Obrador están generando preocupaciones sobre la carga de deuda en Pemex.
México, 30 de julio del 2018.- El presidente entrante de México ha comenzado a desarrollar su plan de rescate para el descuidado sector petrolero del país.
Las propuestas de Andrés Manuel López Obrador incluyen una inyección de capital de 4 mil millones de dólares para Pemex para impulsar la exploración, una nueva refinería para reducir la dependencia en las importaciones estadounidenses de combustible y un aumento en la producción de crudo de 600 mil barriles por día en dos años.
Pero los analistas advierten que su política energética de orientación nacional puede poner presión insostenible sobre la compañía petrolera más endeudada del mundo. En particular, señalan los planes para una refinería de 160 mil millones de pesos mexicanos (8.6 mil millones de dólares) que se construirá en su estado natal de Tabasco durante los próximos tres años, una inversión equivalente al tamaño de la pérdida de Pemex en el segundo trimestre.
López Obrador no ha explicado cómo financiaría sus propuestas, pero ha nombrado a Octavio Romero Oropeza, un ingeniero agrónomo de Tabasco, y confidente de López Obrador, para que asuma el mando de Pemex. “Estimamos una inversión total de 175 mil millones de pesos el próximo año para rescatar al sector”, dijo el virtual presidente electo, quien asumirá el cargo el 1 de diciembre.
La inyección de efectivo se produce en un momento en que la producción de Pemex se ha desplomado desde un máximo de 3.4 millones de barriles por día (bpd) en 2004 a 1.9 millones en el segundo trimestre de este año.
López Obrador dijo que la producción estaba bajando porque “el sector energético y la industria petrolera fueron abandonados” y se comprometió a elevar la producción a 2.5 millones de bpd en dos años.
Aún tiene que aclarar si tiene intenciones de continuar con las licitaciones petroleras que han producido más de 100 contratos adjudicados a 73 compañías desde 2015 bajo una reforma histórica diseñada para elevar la producción de petróleo de México de los niveles mínimos de las últimas cuatro décadas. La nueva administración quiere pausar temporalmente las licitaciones petroleras.
“Cuatro mil millones de dólares es una cantidad significativa. Pero es importante ponerlo en perspectiva. Una sola ronda de licitaciones puede inyectar más inversión”, dijo Pablo Zárate del grupo de expertos Pulso Energético.
López Obrador prometió lograr la autosuficiencia energética, gastando 49 mil millones de pesos para modernizar las seis refinerías con pérdidas de Pemex, donde la producción se ha reducido a la mitad desde mayo de 2013, y construyendo dos refinerías nuevas para frenar la dependencia en las importaciones estadounidenses de gasolina, que han subido en un tercio en los últimos dos años.
Pero los inversores están alarmados por el potencial de un efecto ‘bola de nieve’ en los costos. El precio de la primera nueva refinería, que se construirá en Dos Bocas, ya ha superado el costo de 6 mil millones de dólares que el equipo de López Obrador había indicado anteriormente.
Pemex, un monopolio durante ocho décadas, ha pasado los últimos dos años poniendo sus finanzas en orden y realizando enormes desembolsos en nuevas refinerías que podrían ser un grave riesgo, dicen los analistas.
“Hoy Pemex no tiene efectivo o flujo de efectivo libre para asumir la construcción de nuevas refinerías. Si la compañía decide financiar tal inversión con deuda o con la transferencia de capital de exploración y producción a refinación, sus métricas crediticias se debilitarían”, advirtió Moody’s Investors Service.
El aumento de la capacidad de las refinerías podría llevar a Pemex a reducir a la mitad el valor de las exportaciones petroleras lucrativas, agregó. Pero López Obrador dijo que su gobierno mantendría su promesa de frenar las importaciones de gasolina en tres años y de reducir los precios del combustible.
Pemex tiene una deuda neta de unos 106 mil millones de dólares y se espera que publique ganancias de aproximadamente 25 mil millones este año antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización. Ya que el Estado recauda cerca de 70 por ciento de las ganancias en impuestos, Pemex podría aumentar su deuda para pagar las refinerías, pero ya tiene fuertes reembolsos de la deuda con vencimiento en 2019 y 2020.
El equipo de López Obrador ha indicado que quiere detener las licitaciones de petróleo mientras revisa los contratos adjudicados hasta la fecha y decide si quiere continuar con las subastas.
De hecho, el gobierno ha retrasado dos próximas licitaciones, que incluyen empresas conjuntas con Pemex, hasta el próximo febrero.
Adrián Lajous, exgerente general de Pemex, ha pedido una moratoria sobre las subastas de petróleo hasta el 2020, pero dijo que las empresas conjuntas con Pemex deberían reanudarse el próximo año.
Incluso si las licitaciones de petróleo se congelan, los analistas instan a la nueva administración a permitir que Pemex continúe forjando empresas conjuntas.
“Se necesitarán alianzas para aumentar la producción; las compañías internacionales aportan capital y experiencia técnica”, dijo Ruaraidh Montgomery de Wood Mackenzie.
Una reforma radical para Pemex podría ser seguir el “modelo de China”, dijo Juan Carlos Zepeda, comisionado presidente del regulador del sector petrolero de México: mantener a la empresa matriz en manos del Estado, pero escindir algunos activos en una unidad parcialmente cotizada, como en el caso de China National Petroleum.
“Me gustaría que hiciéramos lo mismo con Pemex, pero eso requeriría cambiar la constitución”, dijo. Jude Webber
Jude Webber | Financial Times