El Presidente Andrés Manuel López Obrador anuncia la creación de la Universidad de las Lenguas Indígenas.
- Se busca fortalecer las tradiciones, costumbres, lenguas, organización social y la identidad de los pueblos indígenas.
Milpa Alta, Ciudad de México, a 10 de febrero de 2020.
- En Milpa Alta, pueblos y comunidades solicitan hacer efectivo su reconocimiento como sujetos de derecho público, para dar atribuciones a sus autoridades tradicionales y consejos comunitarios
- “Donde hay tierra comunal hay cultura, identidad y sentido de organización comunitaria, que es el corazón de nuestros pueblos”: Adelfo Regino Montes
Durante el diálogo con el pueblo náhuatl y comunidades indígenas residentes, realizado en Milpa Alta, Ciudad de México, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la creación de una universidad para la enseñanza de las lenguas indígenas, por lo que instruyó al Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) para coordinar su construcción e instó a las comunidades de Milta Alta a que se pongan de acuerdo, a fin de ver en qué pueblo se implementa dicha instancia educativa.
“Estamos trabajando de manera coordinada, vamos a crear esta universidad porque necesitamos fortalecer las tradiciones, las costumbres, las lenguas, la organización social. Eso es fortaleza, es identidad.”
En el uso de la palabra, el titular del INPI, Adelfo Regino Montes, consideró importante que se pongan en práctica las normas y principios que contiene la Constitución de la Ciudad de México, como la nueva Ley de Pueblos Indígenas que acaba de ser aprobada por la Asamblea capitalina, con el fin de que sea parte de la realidad cotidiana de los barrios, pueblos y comunidades indígenas, para que participen de manera activa en la transformación del país.
“Milpa Alta es emblema de la lucha y la defensa comunal, por lo que gracias a esta lucha de los comuneros y las comuneras de los nueve pueblos milpaltenses, se han logrado más espacios para promover y recuperar sus usos y costumbres, administrar proyectos de conservación ambiental y protección ecológica, pero sobre todo, para reforzar su cultura e identidad náhuatl. En dónde hay tierra comunal, como dice nuestro presidente, hay cultura, identidad y sentido de organización comunitaria, que es el corazón de nuestros pueblos.”
Regino Montes destacó la enseñanza ancestral que ha heredado el pueblo de Milpa Alta, por eso, tomando en cuenta los valores milenarios aquí representados, se atenderán los planteamientos para hacer un uso sustentable y responsable de los recursos, en especial del bosque y el agua, para impulsar proyectos que permitan revertir los procesos de deforestación y preservar las zonas naturales que las comunidades han cuidado por décadas.
En representación de los pueblos, barrios y comunidades indígenas de Ciudad de México, la representante del pueblo náhuatl, Eréndira Vásquez Mota, explicó que en esta gran urbe coexisten pobladores migrantes y residentes, con características y problemáticas específicas, pero siempre con el orgullo de su identidad colectiva.
“A lo largo de los siglos hemos cultivado un sentido de pertenencia e identidad a través del náhuatl, hemos hecho trascender formas de cooperación social, de seguridad comunal y de justicia comunitaria que 500 años no han podido doblegar; estamos de pie señor presidente.”
Con la encomienda de las representaciones indígenas de Milpa Alta y el resto de las alcaldías, que asistieron a la asamblea desarrollada previamente, sostuvo que, a pesar de que las leyes les reconocen como sujetos de derecho con autonomía, autoridades de los diferentes niveles de gobierno se siguen inmiscuyendo en asuntos de los pueblos.
Precisó que no existe regulación de la tenencia de la tierra que abarque formas para que puedan ser posesionarios, mientras que los planes de desarrollo inmobiliario y los proyectos de planeación local continúan operando sin respetar los territorios indígenas ni sus recursos naturales, además de que la mancha urbana ha reducido las áreas de conservación y cultivo.
Destacó que el náhuatl, que es el idioma originario, se encuentra en desventaja frente a otros; no existen programas ni planes estructurales que se dirijan a la educación en lengua materna, los intérpretes y traductores no son valorados y no cuentan con derechos laborales a pesar de que 50 lenguas originarias se hablan en Ciudad de México.
Solicitaron hacer efectivo el reconocimiento de los pueblos, barrios y comunidades como sujetos de derecho público, para dar atribuciones a las autoridades tradicionales y consejos comunitarios, y aseguraron “ese es el camino para que nuestra autonomía y libre determinación sea una de las bases de la organización política, por lo que es necesario que se instalen mesas con las dependencias y se destinen recursos públicos para el desarrollo regional, la planeación de nuestro bienestar y la representación política de los pueblos.”
Las y los médicos tradicionales de la comunidad de Santa Ana Tlacotenco, Milpa Alta, se encargaron de la ceremonia tradicional a base de purificar y bendecir el alma con el humo de los inciensos de copal y hierbas medicinales, mientras que el coro de niños de la primaria “Tlacolulo” de Santa Ana Tlacotenco entonó el Himno Nacional en lengua náhuatl acompañado por la banda de música Donají; además, diversas bandas filarmónicas provenientes de varios estados del país amenizaron el evento.
El presidente estuvo acompañado por la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo; el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula; el coordinador general de Comunicación Social y vocero de la Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas; y el alcalde de Milpa Alta, José Octavio Rivero Villaseñor.
Como invitados especiales acompañaron al presidente los representantes de los pueblos triqui, Pascual de Jesús González; y náhuatl, Eréndira Vázquez Mota.