Amarran Conservadores la Suprema Corte
Washington DC, Estados Unidos, 21 de noviembre de 2016.- Con su llegada a la Casa Blanca, Donald Trump podrá moldear una Suprema Corte de Justicia conservadora cuyo impacto duraría más allá de su mandato.
Al tener un Congreso con mayoría republicana, el Presidente electo podrá escoger el noveno lugar en la Corte, vacante desde la muerte en febrero del estandarte conservador Antonin Scalia, además de otros dos jueces liberales de edad avanzada Stephen Breyer (78) y Ruth Baden Ginsburg (83).
“Trump tiene una oportunidad que sólo ocurre una vez cada siglo de recomponer la Suprema Corte”, aseguró Lee Strang, catedrática de derecho de la Universidad de Toledo en Ohio.
Con decisiones como el reconocimiento a los matrimonios del mismo sexo en 2015, o la eliminación de los topes de contribuciones a campañas de 2014, el Tribunal ha influenciado de manera decisiva la vida pública.
Tras la muerte del juez Scalia, la Corte se quedó con cuatro miembros conservadores y cuatro liberales, y el Presidente Barack Obama tenía la esperanza de que el Senado republicano confirmara al centrista Merrick Garland.
Sin embargo, el triunfo sorpresivo de Trump congeló la esperanza de los demócratas de tener, por primera vez en más de medio siglo, un Tribunal con mayoría liberal.
Para los analistas, la permanencia de la mayoría republicana en la Cámara alta garantiza el dominio de los conservadores.
“Trump ha presentado una lista de personas de las que escogería un nominado a la Suprema Corte. Pienso que sus simpatizantes esperan completamente que cumplirá y escogerá a una de esas personas que son todos conservadores”, dijo Saikrishna Prakash, profesor de derecho en la Universidad de Virginia.
Desde mayo de este año, Trump presentó una primera lista de 11 candidatos para ocupar el puesto de Scalia, pero que fue fuertemente criticada ante su falta de diversidad, pues 8 de estos eran hombres blancos.
En septiembre presentó otra donde incluyó a un hispano y un asiático.
En una elección tan apretada en algunos estados del país, los expertos creen que la decisión de Trump de hacer públicas las listas de candidatos a la Corte -que ocupan todo el espectro del conservadurismo- fue de hecho una jugada política astuta para acaparar a votantes evangélicos.
Ellos ven como prioridad eliminar la legalidad del aborto, permitido en el país desde 1973, y expertos auguran que, al menos, se establecerán más restricciones.
La integración de una Corte conservadora además del dominio de los republicanos en la Casa Blanca y el Capitolio provocó ya una alerta para liberales en el País.
Grupos como la Unión de Libertades Civiles de Estados Unidos (ACLU, por sus siglas en inglés), que prometió oposición directa a Trump, aumentó en 150 mil nuevos miembros y recibió 9 millones en donaciones en 6 días.
“Enfrentamos una gigante crisis constitucional si Trump implementa las políticas que afirma tomará “, dijo a MSNBC Anthony Romero, el director ejecutivo de ACLU.
Ante la posibilidad de que Trump tenga la oportunidad de nominar a sustitutos de más de un candidato a la Corte, los demócratas en el Senado advirtieron esta semana estar dispuestos a dar la pelea a través de tácticas parlamentarias si privilegian a jueces conservadores.
“Podemos discutir programas y políticas, pero la Suprema Corte es generacional”, dijo esta semana la senadora demócrata Debbie Stabenow a reporteros.
Sin embargo, la mayoría republicana en la Cámara Alta advirtió que aún con tácticas dilatorias de la minoría demócrata, las propuestas de nominación del Presidente Trump a la Suprema Corte serían avaladas, e incluso amenazan con la modificación de las reglas parlamentarias para evitar bloqueo.
“Vamos a confirmar al nominado del Presidente de una manera u otra. Y hay una manera fácil y hay una forma difícil”, dijo John Cornyn, el número dos republicano.
“Ellos sólo deben aceptar la realidad”.
José Díaz Briseño | Corresponsal Reforma