Salud y Belleza

Alertan por bacalao que no es bacalao; estos son los posibles riesgos a la salud

  • En el estudio Gato x Liebre de Oceana se alerta respecto a que el bacalao, utilizado en platillos tradicionales para las fiestas navideñas en hogares de todo el país, se sustituye por otras especies de menor valor o especies en peligro

Ciudad de México, 19 de diciembre del 2023.- Los platillos son una de las cosas más esperadas por muchos en esta temporada de Navidad y Año Nuevo, aunque no siempre los alimentos son lo que parecen. De acuerdo con el estudio Gato x Liebre, realizado por una organización dedicada a la protección de los océanos, se detectó que el bacalao, utilizado en platillos tradicionales para las fiestas navideñas en hogares de todo el país, se sustituye por otras especies marinas de menor valor o en peligro.

Oceana denunció desde 2019 que, en promedio, el 31.5 % de las veces que se vende bacalao en Ciudad de México en realidad se trata de una especie completamente  distinta.  El porcentaje de sustitución más alto fue en pescaderías con 55 %, seguido de restaurantes con 40 %. Los supermercados registraron el porcentaje más bajo con 4.5 %.

En el análisis de ADN se encontraron siete especies distintas de tiburón, incluido el tiburón martillo (Sphyrna lewini) considerada como una especie en peligro crítico por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y productos de acuacultura como la tilapia, cuyo  valor es hasta cinco veces menor.

Los riesgos de comer carne de tiburón

Un artículo publicado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señala que el tiburón azul es uno de los más abundantes y de los más capturados. Aunque su carne tiene un alto valor nutritivo, también, al ser una especie de gran tamaño, de alto nivel trófico, longeva y altamente migratoria, es muy propensa a acumular elementos tóxicos en sus tejidos, uno de ellos el mercurio.

Varios estudios han encontrado en el músculo del tiburón azul concentraciones de mercurio por encima del límite máximo permisible para el consumo humano (1.0 mg/Kg). Otros estudios han reportado una concentración promedio de mercurio inferior al límite máximo permisible, por lo que su ingesta no representa un riesgo para la población. No obstante, se sugiere como medida de precaución más de 0.09 kg de carne de tiburón azul a la semana.

En Baja California Sur, varios investigadores han encontrado en el músculo de los adultos de esta especie concentraciones de mercurio por encima del límite máximo permisible establecido para el consumo humano, el exceso de mencionado metal puede provocar la degeneración de la corteza occipital y el cerebelo, lo que causa parestesia (sensaciones anormales de cosquilleo, calor o frío en la piel), ataxia (falta de coordinación), daño sensorial y pérdida de la memoria, síntomas auditivos, accidente cerebrovascular isquémico, demencia y depresión.

El mercurio también ataca al sistema nervioso central, afecta la función renal, las células sanguíneas, y el metabolismo de la vitamina D y el calcio. Los fetos en desarrollo, los bebés y los niños pequeños son especialmente vulnerables a los efectos del mercurio.

Así puedes identificar un verdadero bacalao

La piel del pescado es un indicio que nos puede ayudar a identificar si lo que estamos comprando en bacalao, cuando se vende sin piel ni aletas, hay que desconfiar porque esta es la clave principal para diferenciar un bacalao de otra especie. Las aletas dorsales es otra manera para poder identificar al bacalao, que tiene tres aletas dorsales, dos anales y una cola recta.

La carne del bacalao tiene un color blanco brillante y se deshace fácilmente al tocarlo, un falso bacalao es de un color blanco mate, no se deshace con tanta facilidad al tocarse y su fibra es más gruesa.

Para consumir un verdadero bacalao es necesario comprar en lugares certificados, son una garantía de que obtendrás un verdadero bacalao y de la mejor calidad.

El llamado a la acción

Mariana Aziz, directora de Campañas de Transparencia de Oceana México, destacó que “las y los consumidores no deberíamos resignarnos a vivir en la opacidad, ni a comer tiburones en peligro o especies más baratas a las que pagamos cada Navidad. Es necesario conocer el recorrido de los  pescados del barco al plato. Es urgente que contemos con una Norma Oficial Mexicana de Trazabilidad de Pescados y Mariscos”.

Con información de: https://www.eluniversal.com.mx/

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