México, 24 de agosto de 2017.- En la recta final del Gobierno de Roberto Sandoval y a raíz de la captura en Estados Unidos del ex Fiscal de Nayarit, Édgar Veytia, una ola de desapariciones ha sido reportada en Tepic, al tiempo que los homicidios dolosos se han incrementado.
De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, entre enero y junio de este año en el Estado se registraron 65 crímenes, cuando en el mismo periodo del 2016 fueron sólo 18.
En tanto, según datos recopilados por familiares en la búsqueda de desaparecidos, entre el 16 de junio y el 20 de agosto de este año, al menos 84 personas han sido “levantadas” en la ciudad capital.
Tan sólo el 22 de junio, por ejemplo, sujetos armados se llevaron a nueve personas en dos puntos diferentes de la ciudad.
Rosa María Jara, quien ha investigado por su cuenta la desaparición de su hijo Nicanor Alejandro López Jara, refiere que la tarde de ese día sujetos abordo de tres camionetas llegaron al fraccionamiento Villas del Prado y se llevaron al joven de 23 años junto con tres hombres más y una mujer.
Por la noche, las mismas tres camionetas: una Tacoma gris, una Patriot negra y una CRV blanca llegaron al fraccionamiento Jacarandas, donde “levantaron” a otros cuatro hombres, entre ellos Santiago Eloir Pérez Reyes, de 28 años.
Santiago Pérez Becerra, padre de Santiago, cuenta que un amigo de su hijo le marcó a su celular y le dio detalles de cómo ocurrieron los hechos, aunque después ya no pudo ponerse en contacto con él tampoco.
Santiago y Rosa María integran un grupo de WhatsApp formado por familiares de 35 personas desaparecidas, cuyos casos fueron denunciados ante la Fiscalía General de Nayarit, corporación que era dirigida por Édgar Veytia antes de ser arrestado el 29 de marzo pasado en Estados Unidos acusado de ser un narcotraficante a gran escala de heroína, cocaína, metanfetaminas y mariguana.
Sin embargo, Rosa María asegura que más allá del chat, ella mantiene contacto con familiares de 84 víctimas de desaparición que han presentado denuncias en diferentes instancias en los últimos dos meses.
“Pero hay muchos que han seguido desapareciendo, por ejemplo, esta semana que termina (del 14 al 20 de agosto), fueron como 14”, comenta.
Originaria de Mazatlán, Sinaloa, ella comenzó a formar el grupo de familiares de desaparecidos porque no conocía a nadie en Tepic, donde su hijo estudiaba gastronomía.
Al descubrir que no eran casos aislados, los familiares buscaron en redes sociales casos anteriores, por lo que estiman al menos 150 desapariciones desde febrero de este año.
Como el de Ulises, un arquitecto dedicado a diseñar albercas al que su esposa, sus dos hijas, sus padres y sus dos hermanas no volvieron a ver desde el 2 de abril.
“Vivir aquí en Tepic se está poniendo pesado, no sabemos en qué momento nos vaya a tocar a nosotros. El miedo que tenemos es que quien tenga a mi familiar vaya a tomarla ahora contra nosotros”, explicaron familiares que pidieron omitir nombres.
César Martínez | Reforma
