Acusan desamparo a niños migrantes
México, 22 de junio de 2017.- Los niños, niñas y adolescentes migrantes no acompañados que llegan a la Ciudad de México sufren desprotección y discriminación por su edad, concluyó la organización Sin Fronteras.
Según el informe “¡Lo que no tenemos y necesitamos se llama inclusión!”, los menores de edad son, comúnmente, víctimas de redes de traficantes que los abandonan en la capital o en la Zona Metropolitana, donde son capturados por agentes del Instituto Nacional de Migración (INM).
“Una vez que son trasladados a la estación migratoria de la CDMX, no existe el cuidado de ofrecer un trato respetuoso acorde con la edad. Particularmente las niñas participantes de este diagnóstico se refirieron a la experiencia de estar en una estación migratoria como ‘lo peor que les había ocurrido en México’”, señala el documento.
Los menores de edad acusaron a los choferes de Autobuses de Oriente (ADO) de extorsionarlos y amenazarlos.
Además, señalaron que existe un red de taxistas y transportistas que les recomiendan alojarse en hoteles donde el INM suele hacer redadas.
El año pasado fueron deportados 16 mil 606 menores no acompañados, según cifras de la Secretaría de Gobernación (Segob).
El informe evidencia que no son informados sobre su derecho al debido proceso y al asilo, ni se les avisa sobre cuándo inicia su repatriación.
La organización recomendó humanizar el trato que se da a niñas, niños y adolescentes, a fin de proporcionarles el mismo respeto que a los adultos.
“Es urgente dejar atrás el paradigma de que las personas menores de edad son incapaces de participar en la toma de decisiones, situación que desencadena un trato como si fueran objetos y no personas”, lee el documento.
Entre otros retos, está la falta de servicios de salud mental para quienes vivieron situaciones de violencia; además, aunque tienen derecho a los servicios de salud, temen acudir por miedo a ser deportados.
El informe también alerta sobre los retos de inclusión para migrantes lesbianas, gay, bisexuales, transexuales, travestis, transgénero e intersexuales (LGBTTTI).
Destaca la discriminación que sufren por parte de funcionarios públicos, la imposibilidad de conseguir documentos de identidad y de poder trabajar.
“A pesar de contar con historias de persecución y/o de haber sufrido violaciones graves a sus derechos humanos estando en México, salvo en dos casos, desconocían sus derechos”, indica el diagnóstico.
La población LGBTTTI fue identificada como la más vulnerable y con los mayores retos para garantizar su protección.
Sin Fronteras también identificó los obstáculos en la inclusión de las mujeres migrantes, cuyo mayor reto es acceder a un empleo.
Diana Baptista | Reforma