Pueblos Originarios

Activistas alertan que desaparecer el Instituto de Lenguas Indígenas violaría derechos de los pueblos

Ciudad de México, 12 de julio del 2024.- En diversas partes de México se viven crisis lingüísticas. Especialistas han documentado que aunque en el país hay 364 lenguas o variantes indígenas, algunas de ellas están cerca de extinguirse, como el kiliwa, que apenas conserva cuatro hablantes en el municipio bajacaliforniano de San Pedro Mártir; el pálago, que tiene sólo 11 en dos municipios sonorenses, o el cucapá, que registra 23 hablantes en Baja California y Sonora. Por ello, activistas, escritores e investigadores han expresado su preocupación porque se apruebe la iniciativa del presidente Andrés Manuel López Obrador que propone la desaparición del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI), organismo público dedicado a la preservación y desarrollo de las lenguas indígenas que se hablan en territorio nacional. “A principios del siglo XIX, el 70% de la población hablaba una lengua indígena; ahora somos aproximadamente el 6.1%, y esto se debe a que el Estado mexicano, a través de la historia, ha implementado políticas muy agresivas para desaparecer las lenguas indígenas“, explica Yásnaya Aguilar, lingüista, escritora, traductora y activista ayuujk (mixe).

¿Qué dice la iniciativa de ley sobre la desaparición del INALI? En enero de 2022, López Obrador envió una iniciativa al Congreso para la fusión del INALI con el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI), pero ésta quedó detenida. Sin embargo, este año el presidente planteó nuevamente la propuesta, como parte del paquete de 20 reformas conocido como “Plan C”.

Según el proyecto de decreto publicado en la Gaceta Parlamentaria de la Cámara de Diputados el pasado 18 de abril, “tanto el INALI como el INPI realizan actividades dedicadas a preservar y enriquecer las lenguas de los pueblos y comunidades indígenas, lo que tiene como consecuencia la dispersión de los recursos públicos destinados a este objetivo y, por lo tanto, su dispendio”. El texto afirma que “al integrar las atribuciones y recursos del INALI como una unidad administrativa al INPI se facilita la dirección sectorial y transversal de la política pública que se implemente en relación con la promoción, fortalecimiento, desarrollo y preservación de las lenguas indígenas nacionales, dirigida a garantizar de forma efectiva el pleno ejercicio de derechos lingüísticos de los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas de nuestro país”.

Desde 2022, el propio director del INALI, Juan Gregorio Regino, dijo al periódico Reforma que, en caso de que el organismo se “fusione” con el INPI, “se perdería un espacio muy importante desde la academia para ir avanzando en la construcción de un Estado pluricultural que establece el artículo segundo de la Constitución”. Lee también | Por no comprender el español y conservar su lengua indígena, 50 mil jóvenes no acceden a la universidad En contraste, la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, señaló en conferencia de prensa que la fusión “no significa un debilitamiento del Instituto” y afirmó que ello no afectará sus funciones.

“Se le quiere desaparecer en un contexto de violación de derechos lingüísticos” La historia de la creación del INALI comenzó en 1996, cuando el gobierno de México firmó con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) los Acuerdos de San Andrés sobre Derechos y Cultura Indígena, documento con el que se comprometió a modificar la Constitución para reconocer los derechos de los pueblos indígenas y atender sus demandas en materia de justicia e igualdad. Yásnaya Aguilar cuenta que, ante políticas como el uso de libros de texto que nombraban al español lengua nacional, así como la violencia física y psicológica por hablar una lengua indígena, “vino una gran lucha, y en el marco de los Acuerdos de San Andrés varios activistas que tenían años trabajando el tema crearon una propuesta que para 2003 se convirtió en la Ley General de los Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas de México, que pone por fin al español y las lenguas indígenas en la misma validez legal”.

“En esa ley se mandata la creación del INALI, que se supone que es quien debe dirigir las políticas lingüísticas del Estado mexicano, lo que en principio crea gran expectativa, al ser uno de los pocos organismos públicos creados, pensados y diseñados desde los pueblos indígenas, pero poco a poco se le fue desmantelando y olvidando en muchos aspectos, lo que dificultó que cumpliera su función, y en vez de fortalecerlo, ahora se le quiere desaparecer, en un contexto donde hay mucha violación de derechos lingüísticos”. “Estamos en medio de una emergencia de la diversidad lingüística, y aún cuando México adquirió compromisos internacionales para impulsar las lenguas, se está desapareciendo un instituto que tendría que ser fortalecido para dictar las directrices de la política lingüística que hasta ahora, aunque la ley diga otra cosa, sigue siendo la castellanización, o sea, no se están respetando los derechos lingüísticos“, lamenta la activista.

con información de https://animalpolitico.com/

 

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