Este 2021 es un ciclo anual más para llevar a cabo por décimo noveno año consecutivo la campaña institucional denominada “Septiembre, mes del Testamento” que busca promover e incentivar la cultura testamentaria en la sociedad mexicana, gracias al esfuerzo y coordinación entre la Secretaría de Gobernación y el Colegio Nacional del Notariado Mexicano.
Para el caso puntual de las entidades federativas es que cada Gobierno del Estado a través de sus Secretarías de Gobierno y las carteras jurídicas al interior de su estructura orgánica, es que se vinculan con los Colegios de Notarios estatales para emprender las acciones inherentes a formalizar los testamentos públicos notariales bajo las condiciones macro de esta colaboración.
En Hidalgo, el Gobernador Omar Fayad y su equipo de funcionarios de la Secretaría de Gobierno y del Coordinación General Jurídica han delineado un protocolo de actuación junto al notariado hidalguense encabezado por mi colega Guillermo Vega, que busca dejar constancia de la oferta a lo largo del territorio estatal para llevar a cabo las disposiciones testamentarias de toda aquella mujer y hombre mayores de 18 años al momento de su comparecencia ante el fedatario público de su elección.
Con el objetivo central de maximizar los alcances de esta cruzada y el mismo tenor de la coordinación surgida en territorio hidalguense, todo aquella ciudadana o ciudadano podrá acudir a cualquier de las notarías públicas asentadas en la entidad para celebrar su testamento sin legados por la cantidad de $2,149.00 (Dos mil ciento cuarenta y nueve pesos 00/100 M.N) con IVA incluido, en tanto que los adultos mayores podrán ser sujetos de pago por un monto de $786.00 (Setecientos ochenta y seis pesos 00/100 M.N.
Estos precios que fueron previamente convenidos de forma colegiada por autoridades federales, estatales y los órganos directivos notariales, son ya ofertados a la ciudadanía desde el día de ayer 1º de septiembre, como elemento sustancial de esta convocatoria jurídica que busca asegurar patrimonialmente a millones de mexicanas y mexicanos frente a un sucesión post mortem. Definitivamente la aparición de la pandemia sanitaria ocasionada por el COVID-19 reconfiguró las realidades vivenciales de todo el mundo.
Frente a esta coyuntura global, México e Hidalgo han sido lugaresen donde también se suscitaron decesos lamentables ocasionados por el contagio del Coronavirus. Eventos a todas luces desafortunados como esta crisis sanitaria, son ocasión natural para en retrospectiva hacer un balance de lo abrupto que puede presentarse un fallecimiento, sin dejar en muchos de los casos, espacio u oportunidad a la planificación patrimonial, familiar y económica de un individuo.
Es así como, antes que mantener la errónea concepción de que hacer testamento es únicamente para adultos mayores y para todos aquellos que tengan un amplio acervo de bienes ya san muebles o inmuebles, es que debe surgir la amplia conciencia para dirimir la utilidad que un vehículo jurídico como el testamento je significa la tranquilidad familiar y de mayor manera para el propio testador que en su estado de ánimo siente la serenidad de que ha dispuesto de sus bienes conforme a su voluntad libremente expresada.
Otorgar testamento es prevenir problemas de diversa índole, pero primordialmente representa la utilidad pragmática para todo ser humano de asegurarse de que la última voluntad será fielmente respetada en el marco del Derecho al momento mismo de que uno perezca. Tiempo este último, siempre presente más allá de edades y circunstancias de vida.
La reflexión de esta columna es que usted, amable lector, dicte ante notario su testamento y sea usted parte central de esta campaña que le acerca la seguridad jurídica en materia testamentaria de forma ágil, segura y confiable.
