Colaboraciones

Acervo | Por: Pedro Luis Noble Monterrubio | El notariado hidalguense y los Concejos Municipales

En la coyuntura propia de la inminente designación por parte del pleno del Congreso del Estado respecto a los Concejos que administrarán organizacionalmente a los 84 municipios de nuestra entidad, situación atípica en la vida democrática y gubernamental de Hidalgo, pero que por la presencia de la pandemia sanitaria derivada del virus Covid-19 tendrá que afrontarse a la brevedad, el Colegio de Notarios del Estado de Hidalgo, presidido por mi colega Guillermo Vega, envió una petición gremial al diputado Julio Valera para que sea el conducto de manifestación a nuestra legislatura local en torno a la sugerencia para que las y los notarios de esta entidad seamos considerados como observadores de los Concejos Municipales en materia de catastro y tesorería municipal para los trámites de avalúos catastrales y traslados de dominio.

Este posicionamiento recoge sustancia jurídica y elementos normativos que vuelven factible su eventual aprobación. Lo anterior, ya que la importancia jurídica, patrimonial y económica de las actividades de administración pública realizadas desde las tesorerías y catastros municipales supone un reto mayúsculo para las y los ciudadanos que habrán de conducir el curso de sus localidades durante los próximos meses, hasta en tanto sean elegidas mediante sufragio efectivo los nuevos Ayuntamientos en la figura de los Cabildos municipales.

Fundamentalmente, el notariado hidalguense le ha pedido formalmente a la LXIV Legislatura local en funciones que se garantice el desahogo de trámites en estricto apego a las formas, requisitos y plazos estipulados en la Ley de Catastro del Estado de Hidalgo y la Ley de Hacienda para los Municipios del Estado de Hidalgo.

El notariado hidalguense está dispuesto a apoyar a los futuros Concejos Municipales que se designen, para que toda la tramitología hacendaria municipal se realice sin contravenir las diversas medidas señaladas por la autoridad sanitaria federal y la autoridad estatal y sin que esto implique una disminución en los ingresos de los municipios.

Somos sabedores que la actividad notarial es esencial para el funcionamiento de la economía ya que es fundamental para la prestación de servicios financieros (del sistema bancario y entre particulares), es auxiliar y obligado solidario en recaudación tributaria de los actos jurídicos celebrados entre particulares y retenedor de estos impuestos que van del orden municipal, estatal y federal.

Asimismo, en el curso de la contingencia de salud que mantenemos, somos garantes del acuerdo vigente del Consejo de Salubridad General en el que se declara como emergencia sanitaria por causa de fuerza mayor, a la epidemia de enfermedad por el virus SARS-CoV-2 y por tanto mantenemos nuestra operación como actividades esenciales para la economía del país y por supuesto de Hidalgo.

Bajo ese ánimo, con espíritu de colaboración institucional y medularmente en búsqueda constante de certeza jurídica a favor de los ciudadanos es que hemos adoptado fijar una posición que abone a la gobernabilidad y a la estabilidad recaudatoria de cada municipio.

El notariado hidalguense ejerce la fe pública y la colaboración recaudatoria en cada uno de los municipios de nuestra entidad y en ese contexto los inminentes Concejos Municipales podrán contar con aliados eficaces y útiles para el fortalecimiento de las finanzas municipales en una agilidad y certeza jurídica inmobiliaria.

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