En el curso de la primera semana de este 2020, envío un saludo fraterno a ustedes estimados amigos y hago de esta entrega la ocasión propicia para dejar a su consideración algunos análisis en torno a lo que viene para México durante los próximos doce meses.
Por lo que respecta a la arena de la administración pública federal, para este ciclo anual vendrá como parte del segundo año de gobierno la consolidación de la política social de la administración lopezobradorista. En cada ejercicio sexenal puede advertirse que el segundo año de gobierno es aquel en el cual las políticas públicas tienen un sello pleno de una determinada administración. Viene también por delante la implementación de la nueva estrategia de seguridad a través de la instauración en pleno de la Guardia Nacional a lo largo de nuestro territorio.
Con relación a los niveles macros de la economía se han mantenido estables parámetros tales como la inflación, la valorización del dólar americano contra el peso mexicano y la deuda; sin embargo, quedan como grandes pendientes las inversiones de particulares y el crecimiento económico.
En torno a las ventanas de oportunidad para estos tópicos, aparecen en el radar público la apuesta por las energías renovables, sin embargo, deberá existir una total certidumbre en la política energética para los inversionistas del sector que esperan también desde el plan nacional infraestructural, se dé de una vez por todas la garantía para sus capitales.
Debemos esperar también el curso que tome la relación bilateral con los Estados Unidos de Norteamérica, con una elección intermedia que pondrá sobre la palestra electoral la ampliación o no del segundo mandato del presidente Donald Trump en la Casa Blanca y los matices que tome el conflicto en medio oriente.
También en lo electoral, pero para México, en noviembre arrancará formalmente el proceso electoral federal para la elección a celebrarse en 2021, misma que será la jornada en la que se voté la renovación de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.
Asimismo, se sustituirán cuatro consejeros del Instituto Nacional Electoral y habrán de definirse cuales son aquellos nuevos partidos políticos que son sujetos de obtener su registro ante el máximo órgano rector en materia electoral.
Para Hidalgo desde lo local, vendrá un año también con una connotación electoral que traerá consigo la renovación de los 84 ayuntamientos; circunstancia que invariablemente será determinante para la certidumbre democrática y social de nuestra entidad, condiciones que afortunadamente hasta el día de hoy se mantienen a lo largo de cada región.
Luego entonces, vendrán por delante momentos determinantes para el desarrollo de Hidalgo y de México. Como sociedad requerimos de nuestras autoridades y en el plano comicial de los partidos políticos y sus candidatos, una altura de miras que llame más allá de cualquier resultado a la concordia y a buenos tiempos futuros para todas y todos.
