A qué nos referimos cuando hablamos de tratamiento de aguas residuales
- Este proceso es indispensable para proteger la salud de la población y lograr la sustentabilidad del recurso.
Cuando utilizamos agua en nuestra casa, oficina o en la industria, la convertimos en agua sucia o residual que contiene desechos humanos, restos de comida, aceites, productos para la limpieza, químicos, etc. El tratamiento de esta aguas, también llamadas aguas negras, es fundamental para proteger la salud de la población, prevenir la contaminación y lograr que este recurso sea sustentable (suficiente).
Los centros de población generan importantes volúmenes de aguas residuales, las cuales se colectan y conducen mediante sistemas de alcantarillado hacia plantas de tratamiento, donde se retiran los contaminantes a través de métodos biológicos o fisicoquímicos. Una vez tratadas, estas aguas se pueden descargar a ríos y otros cuerpos de agua sin afectar la salud o el medio ambiente.
Las descargas de aguas residuales se clasifican en municipales e industriales. Las primeras provienen básicamente de las viviendas, comercios y oficinas, y son recolectadas por los sistemas de alcantarillado urbanos y rurales.
Por su parte, las aguas residuales industriales provienen de la industria “autoabastecida” (que toma directamente el agua de ríos, arroyos, lagos o acuíferos del país), como la industria química, azucarera, petróleo, celulosa y papel. En México hay poco más de 2,500 plantas para tratar aguas residuales industriales.
Con información de: https://www.gob.mx/semarnat