Investigadores de Morelos desarrollan nuevas variedades de Nochebuena
Cuernavaca, 10 de diciembre de 2017.- A pesar de ser una planta mexicana, las variedades de flor de Nochebuena que se venden tradicionalmente en esta temporada decembrina son originarias de Estados Unidos, por ello investigadores de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) trabajan en un proyecto para desarrollar variedades puramente mexicanas.
La doctora María Andrade Rodríguez, de la Facultad de Ciencias Agropecuarias, explicó que los productores de flor compran el esqueje de la Nochebuena importado de otros países, para cultivarlo en sus invernaderos.
“Siendo nativa de México, todas las variedades que consumimos y que se producen en invernadero, para llegar a nuestros hogares y decorar nuestras casas, son variedades que se generaron en otros países, principalmente en Estados Unidos”, señaló en entrevista con Notimex.
Refirió que la Nochebuena es una planta silvestre que se encuentra principalmente en Morelos y otros estados, como Nayarit, Jalisco, Michoacán e incluso Chiapas.
En 1825, el botánico estadunidense Robert Poinsett la trasladó de México e introdujo a Estados Unidos; a partir de ese momento comenzaron a experimentar y producir las variedades que conocemos hoy en día.
Fue hasta el 2002 cuando México inició el estudio de las características de esta especie conformando una red de investigación. “Nosotros no tenemos ninguna variedad de nochebuena nacional, disponemos solamente de nuestras plantas silvestres”, refirió.
Debido a la popularidad de la nochebuena en esta época decembrina y a la demanda del mercado, productores de la comunidad de Tetela del Monte, municipio de Cuernavaca, experimentaron con las propiedades de la planta y generaron tres variedades nombradas: Amanecer Navideño (color blanco); Juan Pablo (color rosa); y Belén (color rojo).
Sin embrago, la investigadora explicó que estos fenotipos están registrados en el Catálogo de Variedades Nacionales Vegetales, por lo que son plantas de dominio público y nadie puede obtener una patente de ellas o comerciarlas.
“Si nosotros queremos producir variedades tenemos que hacer cruzamientos o hacer selecciones de plantas con fenotipos diferentes a estas”, aclaró.
Es por esto que un grupo de investigadores de diversas universidades e institutos científicos, como la UAEM, la Universidad Autónoma de Chapingo y el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, emprendieron la tarea de generar variedades de Nochebuena 100 por ciento mexicanas, que se puedan comerciar.
“Lo que estamos practicando es hacer cruzamientos porque vamos a determinar cómo se hereda el color de las brácteas, vamos a cruzar una roja con una blanca, y esperamos que se generen plantas con brácteas de color rosa”, explicó Andrade Rodríguez.
Declaró que las variedades que generen tendrán ciertas ventajas para los productores, por ejemplo, los tallos serán más resistentes y el color de las brácteas (hojas de color) se dará de manera natural, sin necesidad de aplicarles técnicas de cultivo específicas.
Actualmente para que las flores obtengan sus colores característicos se tienen que cubrir con plástico negro.
“Eso implica que las variedades que generemos nosotros van a tener un manejo más sencillo; el productor no va a tener que estar cubriendo su invernadero, que implica mano de obra para bajar las cortinas y mano de obra para retirar en las mañanas el plástico”, destacó.
Enfatizó también que al no pagar importación el costo de esqueje disminuirá.
En la UAEM utilizan las tres variedades generadas en Morelos (Belén, Amanecer Navideño y Juan Pablo) para hacer el desarrollo científico; “se usan como hembras a las plantas de jardín y como macho a las variedades que se generaron en Estados Unidos”, describió.
Actualmente cuentan con dos proyectos de nochebuenas, la F1 y F2, en las cuales se han aplicado estudios anteriores para conocer la fenología de la floración, es decir los momentos y horas del día apropiadas para polinizar las plantas.
La especialista precisó que el mejoramiento de una especie es un proceso a largo plazo, y en el caso de la UAEM las plantas se transforman de manera natural, sin utilizar alteraciones genéticas, como se hace en Estados Unidos, para así evitar riesgos biológicos implícitos.
“Yo estaba estimando en unos 10 años tener un promedio de 10 a 15 nuevos fenotipos para poder ofertar, y a lo mejor no competir con las que se traen de Estado Unidos porque hay que reconocer que hay colores muy interesantes”, expresó.
Andrade Rodríguez reveló que en 2018 iniciarán la multiplicación de los materiales novedosos y cuando tengan 20 plantas de cada nuevo fenotipo podrán solicitar registro ante el Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS) de una nueva variedad de Nochebuena.
“La patente va a estar a nombre de la UAEM. La idea es que la patente se venda a los que hacen la propagación de esqueje, que en México son Vivero Internacional y Esquejes Floraplant, principalmente”.
Los encargados del proyecto prefieren no involucrar a los floricultores en gran escala durante la etapa de desarrollo, pues consideran que cuando las nuevas variedades se puedan comerciar, la difusión será una parte primordial donde los productores tienen un papel fundamental, pues ellos serán los más beneficiados.
Los recursos de investigación para generar variedades de nochebuena nacionales corren a cargo de la UAEM y de los académicos principalmente, pues ellos prefieren concentrarse en producir el desarrollo científico a realizar los trámites para acceder a recursos federales.
“Con los recursos que nos da la institución, con lo que podemos poner nosotros como investigadores para insumos que necesitamos para trabajar, lo vamos avanzando poco a poco”, manifestó la doctora en genética.
Andrade Rodríguez asentó la importancia que tiene la nochebuena para el país, por ser uno de sus principales productores. Expuso que el proyecto de las nuevas variedades también comprende la idea de apropiarse de esta especie que se ha vuelto un ícono de la época decembrina y que es originaria de México.
En este sentido, el secretario de Desarrollo Agropecuario de Morelos, Roberto Ruiz Silva conversó sobre la actividad ornamental del estado, aludiendo que se ha convertido en una oportunidad económica que se intensificó en los últimos años, con la flor de nochebuena como uno de sus productos más exitosos.
“La actividad ornamental de Morelos ha crecido de manera significativa, en 2002 generaba al menos 200 millones de pesos, hoy genera mil millones de pesos, eso habla de que se han tenido resultados afortunados”, informó.
Manifestó que Morelos es el principal productor de Nochebuena. Al año produce entre ocho y nueve millones de plantas, lo que representa el 34 por ciento de la producción nacional, además deja ingresos económicos arriba de los 300 millones de pesos anuales, para unas 200 familias de productores que hay en los municipios de Cuernavaca, Jiutepec, Cuautla, Yautepec y Tepoztlán, principalmente.
El funcionario distinguió que los productos ornamentales, entre ellos la Nochebuena, ha favorecido a diversificar los mercados de exportación, pues al año se envían 680 millones de piezas de ornato a países como Canadá, Estados Unidos, Alemania, Francia, España Italia entre otros.
“El único problema que hemos tenido es que no podemos exportar con sustratos, eso nos limita porque pudiéramos vender mucho más en maceta o en presentaciones en bolsas”, expuso.
Morelos fue uno de los estados más afectados por el sismo del pasado 19 de septiembre, sin embargo, Ruiz Silva aseguró que el sector agropecuario no resultó dañado en cuestión de infraestructura, aunque reconoció que las condiciones económicas de las familias morelenses, luego del siniestro, pudiera influir en la venta de Nochebuenas.
“La convocatoria que estamos haciendo y que vamos a hacer a los consumidores es que en una muestra de solidaridad podamos consumir esas plantas para que puedan tener liquidez que les ayude a hacer frente a la reconstrucción”, demandó.
Ruiz Silva enfatizó en que la actividad ornamental prepondera a lo largo del año con las diferentes celebraciones como Día de Muertos y en temporadas como primavera. Resaltó que por ello el gobierno estatal organiza eventos y otorga apoyos a los productores para afianzar este sector.
Los floricultores de Morelos cultivan alrededor de 30 variedades de nochebuena, con características particulares y pigmentaciones que van del rojo al blanco alimonado, amarillo naranja, rosa, vino y con brácteas de varios colores combinados.
La plantación se efectúa en los meses de mayo y junio, dependiendo el tamaño que se requiera, los cuales puede ser en macetas desde tres hasta 12 pulgadas de diámetro.
“Nosotros aquí en la universidad utilizamos un sustrato, que es una mezcla de diferentes tierras que hemos visto que han sido las que mejor resultado nos ha dado; utilizamos un 60 por ciento de tierra de hoja, un 15 por ciento de agrolita, un 15 por ciento de fibra de coco y 10 por ciento de tezontle”, relató Gastón Vargas Domínguez, estudiante de doctorado en agronomía de la UAEM.
En la Facultad de Ciencias Agrícolas de esta universidad experimentan con las plantas para obtener nuevas alternativas de cultivo para los productores, con el objetivo de mejorar sus técnicas.
Vargas Domínguez instruyó a los consumidores para identificar las plantas de calidad a la hora de hacer sus compras para decorar sus casas.
“Para que uno adquiera una planta de nochebuena y le dure prácticamente hasta finales de enero, lo que debe de observar es que las flores verdaderas, que son las más pequeñas que se encuentran en el centro de la flor, estén cerradas o apenas con presencia de polen”.
Explicó que las brácteas deben estar intactas y ser del color característico de la variedad, no deben de estar rotas, quemadas o con insectos, y las hojas (verdes) deben ser de un color uniforme.
“Si a la planta le aplicamos riegos directos a la raíz cada tercer día y la tenemos en un lugar donde esté un poco ventilado y tenga cierta radiación de la luz solar, la planta puede durar aproximadamente dos meses y medio”, dijo.
Gerardo Avendaño | Enviado Notimex