México, 02 de octubre de 2017.- Sin el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), el bolsillo del consumidor mexicano se vería afectado, pues tendría que pagar el precio de los aranceles aplicados a los productos importados de Estados Unidos.
Los beneficios que ha obtenido el consumidor mexicano con el Tratado se ven reflejados en el arancel que se tendría que pagar en caso de desaparecer.
Sin TLC, México aplica el Arancel de Nación Más Favorecida (NMF) a los artículos que entren al País, pues se excluyen los aranceles preferenciales previstos en acuerdos de libre comercio, según información de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
La oferta de alimentos en México no está cubierta por completo con la producción nacional, así que requiere de compras del exterior, por lo que los precios al consumidor podrían subir, refirió Samuel Banda, investigador de Comercio Exterior en la Universidad Autónoma de Chapingo.
Por ejemplo, en 2016, el consumo de leche fue de 14 mil 683 millones de litros, de los cuales 22 por ciento fueron de importación, según datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).
Pero para ese año, 99 por ciento de las importaciones totales se obtuvieron de Estados Unidos y en 2015 representó 94 por ciento, según el Sistema de Información Arancelaria Vía Internet (SIAVI).
En el caso de la leche y nata (crema), la OMC marca que México podría imponer a Estados Unidos un arancel promedio de NMF de 10 por ciento.
En lo que refiere a los quesos y requesón, las exportaciones de los productos estadounidenses que ingresan al País lo hacen sin ningún pago, pero al salir de este Acuerdo, Estados Unidos tendría una tarifa promedio de 32.3 por ciento.
México tiene un déficit en la carne de cerdo, pues de los 2 millones 26 mil toneladas que se consumieron en 2016, importó 37 por ciento, según el SIAP.
De las compras totales de esa carne, 84 por ciento provienen de Estados Unidos, de acuerdo con el Consejo Mexicano de la Carne.
El arancel promedio NMF a las importaciones provenientes de ese país sería de 20 por ciento.
Al año, México demanda un millón 200 mil toneladas de arroz paddy, con cáscara, pero sólo 22 por ciento se cubre con la producción nacional, revelan cifras del Consejo Nacional de Productores de Arroz.
Mientras que, por lo menos en 2015 y 2016, la totalidad de las importaciones provinieron de Estados Unidos.
El arancel promedio para el arroz traído de Estados Unidos sería de 9 por ciento.
Para los productores de res, los impuestos a las compras serían una oportunidad para reposicionarse.
“Nos permitiría a nosotros ofrecer precios competitivos, en los cuales no estemos dañando al consumidor, ya que nos daría una gran oportunidad de mercado para poder reposicionarnos en nuestro país y con los consumidores”, explicó Rogelio Pérez, director general de Mexican Beef.
Frida Andrade | Reforma
