Paso a Desnivel
David Cárdenas
“Que sigamos siendo niños”.
Dejaron su sonrisa colgada en la puerta.
Miles de ellos la dejaron sobre la ventana.
Otros más, en el patio de su casa.
Algunos más se despojaron de ella y la tienen extraviada…
Millares de niñas y niños dejaron de serlo…
A fuerza de la contingencia se hicieron adultos.
Vieron el dolor.
Respiraron la angustia.
Sintieron en sus cuerpecitos el miedo.
Escucharon los gritos, los derrumbes, las sirenas, el chocar de las piedras, vieron la sangre de frente y el llanto agrio de los heridos y dolientes correr por sus mejillas.
Vieron tambalearse a mujeres y hombres recios…
Luego corrieron todos… hacia los puntos del desastre.
Los niños entonces, caminaron, ayudaron, removieron escombros… pusieron voluntad, decisión, valor; unos fueron temerarios y otros más que eso…
Luego el cansancio…el silencio.
Llegó la tarde y la noche y los lamentos con ella.
Supieron que muchas personas habían fallecido.
Y también que ya no había escuela…
Y que su risa no estaba ya con ellos.
Perdieron su alegría sin el paso del tiempo, sin anestesia, la perdieron en menos de un suspiro.
Su alegría se había quedado no sé sabe en que parte…
Han pasado los días.
Y han observado como su casa es removida. Y seguramente tendrán otra.
Y otra escuela, y nuevos caminos. Y Dios quiera; nuevas ilusiones.
Por ahora lo importante es encaminarlos a que sean niñas y niños otra vez.
Que regresen por su sonrisa,
Que la descuelguen.
Que la utilicen.
Que sonrían.
Que sean felices.
Y que sigan atreviendo a ser niños…
Que recojan su pelota, su trompo, sus juegos, y nos lleven a jugar con ellos, que también anhelamos… ¡ser de nueva cuenta niños.!
Y unidos todos hacer equipo para jugar a hacer el mejor partido.
Crear un mejor mundo, una nueva sociedad. Una comunidad más solidaria, más sensible, más del nosotros, y menos del tú y del yo… todos tenemos un espacio en este equipo.
Y si hay dudas, tomémonos de la mano y preguntarnos a nosotros mismos…
¿yo, de que juego…?