29 ene 2015
México Tierra de Amaranto
Muchas personas saben que “el amaranto es bueno para la salud”, pero ¿saben de qué forma les beneficia? En este post, qué tal hablar de la salud de tu colon.
Por su alto contenido de fibra y proteínas, el amaranto es bueno para tu colon?
El Instituto Politécnico Nacional ha realizado estudios sobre la existencia de una gelatina con alto contenido de fibra, elaborada con amaranto, nopal y harina de brócoli que podría ser un nutracéutico (un alimento con propiedades medicinales), para prevenir el cáncer de colon y otros tipos de cáncer comunes. Así mismo, ayuda a estabilizar los niveles de azúcar y grasa en la sangre. ¡Imaginen el potencial para personas que padecen de diabetes y personas con problemas de colesterol, pues esta gelatina posee propiedades estabilizadoras!
La maravillosa y nutritiva hoja del amaranto se utilizaba en épocas prehispánicas en un té que servía contra la diarrea. Hoy, se utilizan los granos molidos también, para controlarla. Lo curioso es que la misma hojita de amaranto en infusión, sólo que en cantidades apropiadas puede utilizarse como un laxante natural.
Ya que el amaranto tiene mucho más calcio que otros granos como el maíz y el trigo, y ya que el colon es un músculo, y los músculos utilizan calcio para poder moverse, el calcio contenido en el amaranto coadyuva a que se den los movimientos peristálticos que el colon realiza para absorber los nutrientes y sacar los desechos. Cabe mencionar, que el calcio también es ocupado por los huesos, por lo que podría ayudar a prevenir la osteoporosis o a impedir su avance, pero volvamos al colon.
Continuando con las ventajas del amaranto para tu colon, el grano no posee gluten, de manera que no sólo es recomendable para personas alérgicas a este componente presente en la mayoría de los granos, sino que al tener ausencia del mismo, permite una sensación de estar “menos inflamado” o molesto después de una comida. Así que… Ligero, benéfico y sabroso. Ahora sí, no olvidarás lo bueno que es el amaranto con tu colon.
