“Son básicamente forwards. El banco va anunciar un monto a subastar para lo cual los bancos participantes pondrán una postura sobre el tipo de cambio a cierto plazo, al cual estarían dispuestos, en principio, a comprar dólares. Se establece ese tipo de cambio al cual el banco estaría dispuesto a vender los dólares”, dijo Carstens en entrevista con Expansión.
“El factor distintivo de este instrumento es que en vez de que el banco entregue los dólares, lo que hace es que le da la diferencia con respecto al tipo de cambio prevaleciente al día del vencimiento”, agregó.
Bajo esta operación, que la Comisión de Cambios anunció el martes pasado, si al vencimiento del instrumento el dólar cierra por arriba de lo acordado, Banxico tendrá que pagar la diferencia en pesos.
Por el contrario, el comprador de la cobertura deberá pagar la diferencia a Banxico si el peso se aprecia más de lo anticipado en el contrato.
“Es como darles los pesos necesarios para que compren un dólar y de esa manera puedan fijar de manera efectiva cuál sería el costo de los dólares para ellos en el futuro”, dijo Carstens. La primera subasta se realizará el lunes 6 de marzo por un monto de hasta 1,000 millones de dólares.
Tras el anuncio del mecanismo, el peso mexicano se apreció frente al dólar y en la sesión del jueves cerró en 19.6390 unidades por billete verde, su mejor nivel desde el 8 de noviembre pasado, según cifras del Banco de México. El titular de Banxico calificó como favorable la reacción del mercado cambiario.
“Se vio como una ampliación de la batería de instrumentos que tiene el banco para darle más estabilidad al mercado cambiario. También se vio como una expresión de confianza del Banco de México de que estamos dispuestos a asumir el riesgo pesos”.
La depreciación de 7.96% que acumula el peso frente al dólar se ha comenzado a reflejar en la inflación, que hasta la primera quincena de febrero fue de 4.71%, por encima del objetivo del Banco Central de 3% +/- un punto porcentual. Para contrarrestar las presiones inflacionarias, el Banco de México ha elevado las tasas de interés en siete veces para llevarla a 6.25%.
«En nuestros comunicados hemos sido reiterativos en la importancia del desempeño del tipo de cambio y el cuidado en que esos ajustes cambiarios no tengan un efecto secundario en la formación de precios. Por lo mismo, si tenemos más estabilidad seguramente puede restar presiones inflacionarias a la economía», dijo Carstens.
Agregó que la medida recientemente anunciada no es suficiente como para decir si el banco va o no a tomar una decisión de política monetaria. «Tenemos que esperar al momento en el que tenemos que tomar la decisión y tomar los factores que están presentes y hacer nuestra evaluación de todos los determinantes de la inflación y con base en eso proceder».
El funcionario dijo también que este mecanismo, que puede ser modificado o ampliado, no limita la utilización de otros instrumentos ante la volatilidad en los mercados.
“En caso de que sea necesario podríamos modificar el programa o ampliar lo que se estaba anunciando, y en caso de que fuera necesario también usar otros instrumentos que hemos usado como son las ventas directas de moneda extranjera”, dijo.
Salida de Banxico
Sobre su decisión de retrasar su salida del Banco de México hasta noviembre en lugar de julio para encabezar el Banco de Pagos Internacionales (BIS), Carstens dijo que se viven tiempos inéditos.
“Estamos viviendo tiempos inéditos, retos nuevos, y el presidente juzgó que mi experiencia era muy valiosa para México”, dijo. “Esto se logró también por la comprensión del Banco de Pagos Internacionales de la relevancia de que yo estuviera aquí”.
Sobre un posible sucesor, Carstens dijo que ese tema es de competencia del presidente.
“Eso ya no me toca a mí. Es ya tema del presidente, del secretario de Hacienda y en su caso del Senado”.
Con información de: http://expansion.mx/economia/
