Salud mental de Trump ‘inquieta’ a republicanos
13 de febrero de 2017.- Según el senador demócrata Al Franken, colegas republicanos le han expresado su preocupación porque el presidente de EU “miente mucho”.
Un senador demócrata aseguró que “unos cuantos” de sus colegas republicanos le han manifestado su preocupación respecto de la salud mental del presidente Donald Trump, y ello se origina en cuestionamientos sobre la veracidad del mandatario.
El senador Al Franken, de Minnesota, dijo al programa State of the Union de la cadena de televisión CNN que la preocupación surge “por la forma en que todos tenemos esta sospecha” de que “él miente mucho; dice cosas que no son ciertas. Eso es lo mismo que mentir, supongo”.
Franken citó la afirmación sin bases de Trump de que hubiera ganado el voto popular en la elección presidencial si los de tres a 5 millones de inmigrantes que viven en el país sin autorización legal no hubieran votado por su adversaria demócrata, Hillary Clinton.
Y se rumora que Trump indicó a algunos senadores en una reunión privada en la Casa Blanca que él y la ex senadora republicana Kelly Ayotte habrían ganado en Nueva Hampshire si no hubieran votado personas que fueron llevadas de otros estados.
Franken recurrió a estos ejemplos al decir: “Ya saben, esa no es la norma para un presidente de Estados Unidos o, de hecho, para un ser humano”.
Nuevo decreto migratorio
En tanto, la Casa Blanca confirmó que contempla firmar un nuevo decreto migratorio, después de que la justicia suspendiera la medida aprobada por el presidente Trump el 27 de enero y que provocó el rechazo de la comunidad internacional.
“Contemplamos todas las opciones posibles”, declaró Stephen Miller, asesor del presidente estadunidense en la cadena de televisión Fox.
Según él, el gobierno tiene la posibilidad de apelar ante la Corte Suprema, defenderse ante los tribunales o aprobar un nuevo decreto.
“No hay dudas sobre las prerrogativas del presidente”, insistió el asesor, considerado el inspirador de las primeras medidas antiinmigración de Trump.
“El presidente tiene el poder (…) de prohibir el ingreso al territorio (estadunidense) a algunas personas”, señaló.
Trump mencionó el viernes la posibilidad de preparar “un decreto totalmente nuevo” y avanzó que anunciará nuevas medidas “quizás el lunes o martes”. El decreto prohíbe el ingreso a EU de los ciudadanos de siete países mayoritariamente musulmanes durante 90 días y de refugiados de cualquier origen durante 120 días.
La disposición fue suspendida el 3 de febrero por el juez federal de Seattle James Robart y confirmada el jueves por la corte de apelaciones de San Francisco, que rechazó el argumento del gobierno del presidente Trump según el cual la justicia no tiene derecho a controlar su política migratoria.
Trump escribió ayer en Twitter que 72 por ciento de los refugiados que ingresaron a EU entre el 3 y el 11 de febrero “durante el fallo del tribunal”, provenían de los siete países incluidos en su decreto
—Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen—, dando a entender así que la decisión de la justicia ha abierto una brecha que aprovechan los ciudadanos de países que él considera una amenaza para la seguridad del país.
Norcorea lanza su primer misil “para provocar”
Corea del Norte realizó un disparo de prueba de un misil balístico que cayó en el mar de Japón, causando la reacción de los gobiernos japonés y surcoreano. “Un misil tierra-tierra de medio a largo alcance Pukguksong-2 fue probado con éxito el domingo”, según la agencia de información oficial norcoreana KCNA. Para Corea del Sur, el ensayo es una “provocación” a fin de “probar al nuevo presidente estadunidense Donald Trump”.
El premier japonés Shinzo Abe, de visita oficial en EU, consideró “intolerable” el disparo, el primero de un misil balístico de Norcorea desde la elección de Trump. Éste no hizo ningún comentario directo sobre el disparo, que viola muchas resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, pero dijo que apoya a Abe en “ciento por ciento”.
El misil fue disparado a las 7:55 horas (22: 55 hora GMT del sábado) de la base aérea de Banghyon, en el oeste de Corea del Norte, según el ministerio surcoreano de Defensa. El misil recorrió unos 500 kilómetros antes de caer en el mar de Japón (llamado mar Oriental por Norcorea), dijo un vocero del ministerio.
Agencias