México, 27 de enero de 2017.- En los primeros escarceos de lo que se anticipa será una larga y severa controversia bilateral México-Estados Unidos, por lo menos en materia comercial, de seguridad y migratoria, el presidente Enrique Peña Nieto informó ayer que no acudirá a la reunión con su homólogo estadounidense Donald Trump, prevista para el 31 de enero entrante.
Minutos antes y en su cuenta de Twitter, el propio mandatario de Estados Unidos había anticipado la mañana de ayer que si no había voluntad de los mexicanos en eso de pagar el muro fronterizo que él mismo ordenó horas antes, la junta entre ambos mandatarios “sería infructuosa”; amagó incluso que si su vecino del sur no trataba “con respeto” a EU, reunirnos no tiene sentido y tendremos que tomar otra vía”.
Horas después, en la Casa Blanca se adelantó que se cobraría un 20 por ciento a las importaciones procedentes de México con la idea de que los respectivos ingresos se destinen precisamente para edificar la barda fronteriza que prometiera desde campaña el propio Trump a sus votantes.
Todo esto desencadenó a lo largo de nuestro país un pronunciamiento unánime de diversos actores de la sociedad, -legisladores, gobernadores, alcaldes, el ombudsman, empresarios, Iglesia, expertos académicos e incluyendo los más férreos opositores a Peña Nieto-, quienes además de dar su respaldo al Ejecutivo por no acudir a Washington, coincidieron con sus matices:
Éste es el momento histórico para, en unidad, hacer un frente común, instrumentar una estrategia “de absoluto respeto” en la plena defensa de los intereses de México, no permitir chantajes de nadie y menos de Trump; y siendo propositivos, buscar alternativas que den opciones reales tanto a inversionistas, empresarios, trabajadores y migrantes mexicanos.
Los empresarios a través de la Concamin estuvieron de acuerdo además que el señalado arancel de 20 por ciento que pregona la administración estadunidense tampoco la pagarán los mexicanos, sino los consumidores allende la frontera, lo cual pudiera no solo contradecir lo estipulado hoy día en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte sino dañar los intereses de la sociedad estadunidense.
La Iglesia, a través del secretario del Episcopado, monseñor Alfonso Miranda, dio su respaldo total a Peña Nieto por no acudir a la Casa Blanca y le deseó que use “toda la inteligencia para bien de los mexicanos”; mientras que el ombudsman, Luis Raúl González, recalcó que con ese frente común mencionado (sociedad y autoridades) “alzar la voz en contra de los discursos racistas de Trump que son contrarios a los más elementales derechos humanos.
Incluso, el titular de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Luis María Aguilar, de plano pidió al Ejecutivo que haga respetar la independencia y soberanía de nuestro país. “No se puede tolerar que nos vengan a decir lo que debemos hacer. Porque siempre hemos salido adelante y son las autoridades las que nos deben defender”, enfatizó el juzgador.
En el caso de los congresistas, diputados y senadores, también convocaron a un gran Acuerdo Nacional para encarar la difícil situación por la que atravesamos en nuestras relaciones con el vecino del norte. Este viernes, por cierto, el propio Peña Nieto se reúne con senadores, gobernadores de la Conago y empresarios para analizar las acciones y estrategias a tomar tras los últimos comentarios que hiciera el Presidente de Estados Unidos y los que pudieran darse en las próximas horas.
Con información de: https://www.elsoldemexico.com.mx
