Ciudad de México, 02 de enero de 2017.- El tercer acueducto del Sistema Cutzamala entrará en operación a fines del 2017, informó el director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Roberto Ramírez de la Parra.
“Esperamos que esté en funcionamiento a finales del 2017, por ahí de octubre, noviembre”, indicó el titular de Conagua.
La finalidad de la tercera línea es complementaria, explicó, en vez de suministrar más agua a las ciudades de México y Toluca de las siete presas abastecidas por lluvia, que es depurada en la planta potabilizadora de Berros.
“El objetivo es suplir la deficiencia que hoy tenemos con las dos líneas en operación, que tienen deterioro por el paso del tiempo y nos ha obligado a hacer cortes”, expuso Ramírez de la Parra.
En los cinco frentes de trabajo, añadió, el avance supera 70 por ciento.
Una vez que entre en operación, con la tercera línea ya no habrá cortes de agua en la Ciudad de México a partir de 2018, porque se podrá utilizar el nuevo acueducto, en tanto se hacen reparaciones en las dos primeras, que cumplieron 34 años en operación.
En 2016, subrayó, sólo se hizo un corte y el próximo año también está programado uno, igualmente en febrero, cuando no se pronostican lluvias, lo que permite hacer la sustitución de tubos en los dos acueductos existentes.
Después de tomar el agua de siete presas almacenadoras de lluvia, la mayor en Valle de Bravo, el caudal es depurado en la planta potabilizadora de Berros, para enseguida trasladarla a través de un acueducto de 72 kilómetros hacia las ciudades de Toluca y México, explicó el coordinador de Proyectos Especiales de Abastecimiento de Valle de México, Ildefonso González.
“El tramo que pasaba dentro del polígono del penal de máxima seguridad del Altiplano ya fue removido y ahora está afuera”, indicó.
Con 749 mil millones de litros, agregó, las presas abastecedoras del Cutzamala tienen 95 por ciento de almacenamiento, sin complicaciones para el suministro de las ciudades de México y Toluca durante 2017.
Una obra pendiente en 2017, comentó, es construir otro tubo de oscilación, para contar con una ruta alterna, cuando el agua sale de Berros impulsada por un macrosistema de bombeo en la planta cinco, para subir las montañas y después ser remitida por gravedad hacia los valles de Toluca y México.
Y terminarán TEO en 2018
La cuarta ruta de evacuación de las aguas negras del Valle de México, el Túnel Emisor Oriente (TEO), estará disponible en 2018, informó el director de Conagua, Roberto Ramírez de la Parra.
Durante 2017 se continuará la construcción de los 68 kilómetros del TEO, una vez que fueron identificadas las características del subsuelo por donde perforan las máquinas tuneladoras, en el trayecto hacia Hidalgo.
“La perspectiva es que concluyamos a mediados del 2018”, indicó el titular de la Conagua.
Hasta ahora, el desfogue de aguas negras y residuales del Valle de México, explicó el coordinador de Proyectos Especiales de Abastecimiento de Valle de México, Ildefonso González, depende de tres rutas: el Drenaje Profundo, el Emisor Poniente y el Gran Canal del Desagüe.
Como cuarta salida, el TEO reducirá los riesgos de inundación y desahogará los caudales de tormentas que de manera momentánea son almacenados en los cuerpos de agua de Texcoco, en torno al Nuevo Aeropuerto de Ciudad de México, para después desalojarlos hacia los distritos de riego de Tula.
“Los primeros 10 kilómetros del TEO ya está en operación y con plantas de bombeo y lagunas de regulación, han evitado inundaciones en la zona oriente del Valle de México”, comentó González.
Al final del TEO y también del Drenaje Profundo expuso, ya comenzó a operar la planta de tratamiento de aguas negras Atotonilco, por lo que inició la entrega de caudales con menor carga de contaminantes a los productores agrícolas de Hidalgo.
Iván Sosa | Reforma
