Unión Europea tratará de recobrar importancia global en 2017
Bruselas, 29 de Diciembre de 2016.- La Unión Europea (UE) enfrenta en 2017 el doble desafío de recobrar la confianza de sus ciudadanos y su peso diplomático en el mundo, tras un año marcado por el “Brexit”, atentados terroristas, nacionalismos y una Rusia cada día más desafiante.
La decisión de la población de Reino Unido de separarse de la mancomunidad, el pasado junio, fue la primera señal de que la crisis política y social europea es más grande de lo que se pensaba.
Los líderes europeos se convencieron de que las bellas declaraciones ya no bastarían para detener a los partidos extremistas, beneficiados por el clima de miedo surgido con los atentados de París y Bruselas, en noviembre de 2015 y marzo de 2016, y consolidado con el de Berlín, la víspera de Navidad.
En paralelo a la crisis interna, los europeos constataron también el debilitamiento de la UE en el tablero internacional por el fracaso de su diplomacia en mediar un alto fuego con Rusia en el este de Ucrania y en Siria.
El rechazo de los ciudadanos europeos a los tratados de libre comercio que la UE cerró con Canadá y negocia con Estados Unidos, escenificado en decenas de protestas por todo el continente, no ha ayudado a mejorar la imagen de la mancomunidad.
“El proyecto europeo ha estado en caída libre en 2016. La gran cuestión es si 2017 verá algún tipo de recuperación o una visión sin fin de desintegración política y económica“, dice Giles Merritt, secretario general de Friends of Europe.
El pretendido camino de la salvación se trazó en septiembre, durante una cumbre extraordinaria en Bratislava, la primera a la que no asistió Reino Unido.
Pasa por la restauración de las fronteras europeas, el refuerzo de la seguridad y el retorno de la protección social, tres de las cuestiones que más preocupan a los ciudadanos a día de hoy, de acuerdo con los expertos de Bruselas.
Las medidas concretas para edificar esos tres pilares están en fase de discusión y deberían ser pactadas en marzo, cuando los Veintiocho se reunen para celebrar los 60 años del Tratado de Roma, en la capital que presta su nombre al documento fundador de la UE.
Empero, Merritt acredita que la mancomunidad debe también esforzarse por mejorar su comunicación con los ciudadanos e indicar “claramente” que está dispuesta a “cambiar de dirección”.
“Es vital y urgente que las instituciones de la UE se ajusten a la percepción que los ciudadanos tienen del problema y lancen amplias campañas de información“, sostiene Merritt.
El analista señala que la mancomunidad ha alcanzado importantes conquistas y, “pese al actual ambiente de crisis y desespero, continúa avanzando en áreas cruciales”.
“Sin embargo, hace casi nada para convencer a la opinión pública de que, desde la investigación y desarrollo hasta la ayuda humanitaria, desde el apoyo a regiones e industrias en apuros hasta el desarrollo global, desempeña un papel que ningún país podría ejercer sólo“, observa.
De ese cambio de percepción dependerán los resultados electorales en Francia, Alemania y Holanda, países en los que 2016 ha sido un año fértil para la extrema derecha.
Con información de: http://www.notimex.gob.mx/