Ecologia

Critican decreto de área natural

México, 15 de diciembre de 2016.- El decreto de la nueva área natural protegida Reserva de la Biosfera del Caribe Mexicano dejó fuera las principales amenazas que enfrenta la zona, advirtieron organizaciones civiles.

El Centro para la Diversidad Biológica (CBD, por sus siglas en inglés) y Greenpeace México aseguran que la iniciativa, firmada por el Presidente Enrique Peña Nieto el pasado 5 de diciembre, no contempló problemas como la alta concentración de embarcaciones, turistas y buzos en zonas arrecifales.

Tampoco la construcción de infraestructura costera, la extracción de especies de ornato, el encallamiento de embarcaciones y el mal manejo de aceites y gasolina de embarcaciones recreativas.

La Reserva de la Biosfera del Caribe Mexicano es un área natural protegida que se encuentra al noreste de la Península de Yucatán y tiene una superficie de 5.7 millones de hectáreas, de las cuales 98 por ciento son marítimas y 2 por ciento territoriales.

En un comunicado, el CBD y Greenpeace sostienen que las omisiones en el decreto hacen urgente que la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) emita un programa de manejo con reglas claras para las actividades en la zona y evitar los riesgos para la biodiversidad de este ambiente marino.

En una revisión al decreto de la reserva, las organizaciones detectaron que lo que se prohíbe hasta ahora es emplear equipos y artes de pesca fijas permanentes o de arrastre sobre el fondo marino.

Sin embargo, exceptúa la pesquería de camarón en la zona noroeste de Isla Contoy, realizar exploración y explotación, tanto minera como de hidrocarburos, y extracción de material pétreo.

“El Caribe es famoso por su biodiversidad, que atrae una gran demanda turística”, señala Alejandro Olivera, representante en México para el CBD.

“Si bien un programa de manejo no es la panacea, pues existen otras regulaciones, es importante que éste aborde y regule las actividades en la zona costera y la capacidad de carga de los arrecifes, y control del tráfico náutico”, indica.

Las asociaciones también exponen que el polígono de cinco millones de hectáreas protegidas no considera ningún criterio técnico para las construcciones de infraestructura, dejando desprotegida la línea de costa y, en algunos casos, hay espacios de omisión frente a importantes zonas turísticas, como el sur de Puerto Morelos, Puerto Aventuras y Xel-Há.

En México, de las ahora 181 ANP, contando las últimas decretadas durante la COP13 del Convenio de Diversidad Biológica (CBD) que se desarrolla en Cancún, únicamente 102 cuentan con un programa de manejo.

“El que un área natural protegida no tenga un programa de manejo genera incertidumbre para la conservación y las actividades económicas que se pueden hacer dentro de ella”, dijo Miguel Rivas, coordinador de la campaña de Océanos de Greenpeace México.

Redacción Reforma

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