Cultura

Alberga Filadelfia plástica mexicana

México, 19 de octubre de 2016.- México está en boca de los candidatos a la Casa Blanca, y su presencia asomará también a los museos estadounidenses como parte de una estrategia de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) para posicionar la imagen del País durante el proceso electoral.

El Museo de Arte de Filadelfia es la primera estación, donde se inaugurará la retrospectiva de arte moderno mexicano más importante en Estados Unidos desde hace siete décadas.

“La exposición se basa en obras de arte que se hicieron hace 70, 80 o 90 años, que no están relacionadas directamente a la política actual, pero sí están ligadas, porque habla de la relación binacional. Da una visión interesante y compleja sobre México y su cultura. Esta exposición es contraria a los estereotipos”, adelantó a REFORMA Matthew Affron, miembro del equipo curatorial de Modernismo Mexicano: Pintar la Revolución, 1910-1950.

El curador la califica como vasta y atrevida.

Vasta, porque se incluyen 285 piezas, desde reproducciones de tamaño real de murales y pinturas de gran formato hasta grabados y fotografías provenientes de diversas colecciones, en gran parte del propio museo. Y, atrevida, por su lectura innovadora, que, más allá del nacionalismo del muralismo, hace énfasis en el cosmopolitismo, vanguardia y versatilidad del País.

“Se conoce bien el trabajo de Orozco, Rivera y Siqueiros, pero aquí hay 70 artistas en exhibición porque no es posible hablar de estos tres grandes a menos que se les ponga en el contexto de este rico y variado grupo de artistas que estaban trabajando en México”, señaló Affron.

La muestra, que abre el 25 de octubre, repasa el arte del País desde 1910 y su evolución, pasando por el nuevo arte revolucionario, el muralismo y la Escuela de Pintura al Aire Libre; Best Maugard, los Estridentistas y los Contemporáneos. También hay un núcleo de arte mexicano en Estados Unidos, para cerrar con la década de los 50, con trabajos hechos antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial, por grupos como el Taller de Gráfica Popular y los surrealistas.

“Había una gran popularidad y aceptación de los movimientos avant-garde de la época, una lectura que será nueva para el público de Estados Unidos porque, cuando se habla de la historia del arte moderno, se pone el foco en Estados Unidos y Europa, cuando México también estaba siendo visto por el mundo”, agregó.

Como epílogo, hay obras de arte político y abstracto hechas después de la guerra.

El curador destacó la reproducción en tamaño real de tres murales, de Rivera, Siqueiros y Orozco.

“Queríamos resolver el problema de cómo exhibir los murales que no se pueden mover de su lugar para que el público experimentara su grandeza y fisicalidad. Queríamos que sintieran el poder del mural”, explicó.

La exposición coincide con otra retrospectiva de arte mexicano del mismo periodo, Mexique, 1900-1950, que abrió en el Grand Palais de París hace un par de semanas, que lo único que demuestra es lo prolíficos que fueron los artistas nacionales de ese periodo, señala Affron.

Modernismo mexicano vendrá posteriormente al Museo del Palacio de Bellas Artes en 2017.

Lourdes Zambrano | Reforma

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