México, 18 de agosto de 2016.- Un grupo de estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) participó en el concurso SAE Aero Design West, en Estados Unidos, con el diseño y manufactura de un pequeño avión a control remoto.
Esta presentación fue más allá de solo ser un equipo representativo, pues sentó las bases para impulsar el conocimiento en la rama de aeronáutica en la Facultad de Ingeniería que era inexistente, de acuerdo con la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Los alumnos trabajaron para optimizar la estructura de un avión pequeño, así como en obtener una mayor eficiencia en cuanto al peso que podía cargar un bimotor con estas dimensiones.
“A nuestro avión se le realizó optimización topológica para la reducción de peso. Hicimos análisis de esfuerzo con software especial y con eso logramos reducir la masa de nuestro avión en general”, dijo la líder del equipo, Brenda Carolina Vez Rojo.
En una entrevista con la Agencia del Conacyt, Vez Rojo explicó que el avión se formó con un tipo de madera, la cual tiene un comportamiento mecánico similar al del pino, por lo que es menos denso, pero resistente y ligero.
Los estudiantes usaron aluminio para el tren de aterrizaje. Las superficies de control fueron hechas de madera comercial en forma de cilindros y para el forro y estética se usó monokote.
Bernardo Vázquez Luna, también miembro del equipo, destacó que la participación de la UNAM en el crecimiento de la aeronáutica es trascendental, pues es una industria con grandes oportunidades a nivel mundial.
“La aeronáutica es una industria muy grande alrededor del mundo y que está creciendo y desarrollándose en México. Creemos que es importante que la UNAM forme parte del crecimiento de esta importante industria”, aseguró Vázquez Luna.
“Por eso estamos impulsando a nuestros compañeros para que se interesen en este campo para desarrollar nuevas tecnologías surgidas de la UNAM”, agregó.
El equipo, que lleva por nombre SAE Aero Design UNAM, tuvo como uno de sus objetivos documentar los procesos y aprendizajes obtenidos durante su participación en el concurso para que las aprovechen las futuras generaciones.
Fernando Velázquez Villegas, uno de los asesores del proyecto, indicó que es importante llegar a generar metodologías de documentación, así como promover la aeronáutica para que cada año quede un repositorio de información.
El responsable del proyecto, Jorge Alfredo Ferrer Pérez, señaló que varios de los planes de aprendizaje de los jóvenes se enfocan en tener una orientación social con una aplicación en la vida cotidiana.
“Una de las aplicaciones pensadas es una plataforma de vuelo diseñada y fabricada en México para probar diferentes componentes aeronáuticos y espaciales enfocándonos en resolver necesidades reales del país”, sostuvo Ferrer Pérez.
“Queremos llevar este trabajo hacia otros horizontes que permitan el desarrollo de tecnología nacional”, abundó.
Ambos especialistas coincidieron que el inicio del desarrollo y diseño de tecnología 100 por ciento mexicana con aplicación social es el único camino para otorgar soberanía tecnológica al país, la cual se reflejará en el beneficio de la nación.
El proyecto obtuvo el apoyo de la FI, la Red Temática de Ciencia y Tecnología del Espacio (Redcyte) del Conacyt, mientras que la empresa Altair facilitó a los estudiantes el software.
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