La Secretaría de Gobernación (Segob) y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) regresaron este martes a la mesa de diálogo, a la cual llevaron posturas irreconciliables sobre la reforma educativa y salieron con la «tarea» de buscar acuerdos de cara a la próxima semana.
El titular de la dependencia, Miguel Ángel Osorio Chong, encabezó una nueva reunión con líderes de los maestros inconformes, sin que se consiguiera resolver el conflicto magisterial que ha ocasionado paros de labores, caos vial por protestas, mermas económicas para el sector productivo e incluso pérdidas humanas.
Ambas partes intercambiaron documentos en los que plasmaron su posicionamiento acerca de estas negociaciones, discrepante en lo relativo a la reforma educativa: mientras que las autoridades federales no contemplan esta modificación como parte del debate, los profesores plantean como prioridad suspenderla de forma definitiva, al insistir que la evaluación docente que contempla afecta sus derechos laborales.
En el documento de la Segob —que Osorio Chong calificó como «alternativa de solución»— se limita a ofrecer diálogo para garantizar la participación del magisterio en «la expresión definitiva del modelo educativo», sin referirse a cambios a la reforma ni a cuestiones laborales.
En contraparte, la CNTE destaca como primera petición de su pliego, la «suspensión definitiva de la reforma educativa y todas sus implicaciones» y exige modificaciones constitucionales y legales, así como «resolver las consecuencias y costos» de este proceso «relacionado con víctimas, presos políticos, cesados y en proceso, órdenes de aprehensión, suspensión de pagos y retención de cuotas».
«Es un asunto que tenemos que ser capaces de transitar. Si el planteamiento sigue siendo ‘acepten la reforma y ya luego vemos’, nos mete nuevamente en la dinámica de en términos reales no tener gran cosa», dijo este miércoles a Radio Fórmula el dirigente de la Sección 9 de la CNTE, Francisco Bravo.
Del lado del Gobierno de la República, el subsecretario de Derechos Humanos, Roberto Campa, enfatizó que están abiertos a revisar el modelo educativo, planes, programas y contenidos, así como las condiciones de las escuelas y los procesos conjuntos de tomas de decisiones, pero «dentro de los límites de la reforma», en contraposición de las exigencias de los maestros.
«Con toda claridad se ha planteado: el espacio de la negociación es dentro de la reforma constitucional, y ahí es donde habrá de darse esta discusión en los próximos días. Todo dentro de los parámetros de la reforma constitucional (…) Nada fuera de la reforma», reiteró el funcionario en entrevista con la misma emisora.
Los representantes tanto del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto como del magisterio determinaron volver a reunirse el próximo lunes, con el fin de intentar conciliar estas posturas.
El secretario Osorio Chong indicó que los maestros solicitaron «un espacio de tiempo para consultar a las bases sobre las posturas que el Gobierno de la República ha planteado», tras «largas horas de reuniones», en los últimos días.
Dichos encuentros ocurrieron luego de que el titular de Gobernación accedió a reunirse con los maestros disidentes, tras meses de negarse a hacerlo por considerar que se trataba de un asunto de la Secretaría de la Educación Pública (SEP). La primera reunión se dio el 22 de junio, después de que un operativo para desbloquear una carretera en Nochixtlán, Oaxaca. bloqueada en el marco de este conflicto magisterial dejó ocho personas muertas.
El representante de los profesores capitalinos, Francisco Bravo, consideró este miércoles que las manifestaciones y bloqueos —mismos que continuaron este jueves en distintos puntos de la República— son consecuencia de lo que llamó «oídos sordos» de las autoridades, y no la causa del conflicto.
