El aumento en el precio de las gasolinas pegará a la inflación a partir de la primera quincena de julio y el alza en la luz tendrá un efecto más limitado, por lo que la expectativa es si el gobierno federal continuará con más ajustes en los meses posteriores, señalan especialistas.
El alza de 24 centavos en la gasolina Magna (13.40 pesos por litro) y de 34 centavos en la Premium (14.37 pesos) que anunció la Secretaría de Hacienda la semana pasada, implicará un aumento de 0.1 puntos porcentuales en la inflación a tasa anual de la primera mitad del mes en curso.
Por ello, la inflación se ubicaría en 2.75%, de acuerdo con especialistas de Santander; sin embargo, el dato se ubica dentro del objetivo del Banco de México de 3% +/- un punto porcentual.
“El tema es ver si sigue subiendo (el precio de la gasolina)”, dijo a Expansión Rafael Camarena, economista del banco español. “Eso dependerá de los precios externos de la gasolina y del tipo de cambio, pero por lo pronto podríamos tener este primer impacto”.
Tanto analistas como el Banco de México esperan que los precios al consumidor aceleren en lo que resta del año para ubicarse ligeramente por encima del objetivo del 3% —frente al 2.55% de la primera quincena de junio. Entre los riesgos para la inflación que citó el Banco Central al elevar la tasa de referencia a 4.25% están una mayor depreciación del peso y el alza en algunos productos agropecuarios.
Además de este efecto, aún falta todavía considerar los impactos indirectos de los mayores precios de la gasolina para las empresas, dijo por su parte Finamex en un reporte.
El aumento en los precios de la luz que anunció este domingo la Comisión Federal de Electricidad (CFE) significará un golpe más limitado porque está dirigido a las industrias, los comercios y los hogares con alto consumo eléctrico.
Enrique Guillén Mondragón, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), dijo que el aumento de la energía eléctrica «impacta de manera directa la operación del sector industrial”.
Asimismo, indicó que la estrategia gubernamental de reducciones mensuales del costo de la energía eléctrica, que se aplicó durante 18 meses permitirá, por el momento, amortiguar los costos de producción, de tal manera que no se afecten precios al consumidor, en lo que sería una inconveniente presión inflacionaria.
La CFE dijo que las tarifas para los 35.5 millones de usuarios de bajo consumo no sufrirán cambios. “No se van a afectar las tarifas para la mayor parte de los usuarios, entonces el impacto es marginal en términos de la inflación”, agregó Camarena.
El experto agregó que el alza de entre 2% y 5% para la industria y de entre 5% y 7% para el sector comercial se verá reflejado en el mediano plazo en la inflación en los costos para las empresas.
