Las elecciones del 5 de junio en 14 entidades tuvieron un costo total de 2,133 millones 109,890 pesos, entre gastos para organizar el proceso y los recursos que se entregan a los partidos para que sus candidatos hagan campaña, de acuerdo con un cálculo elaborado por Expansión con base en datos presupuestales y de participación ciudadana.
El monto incluye los recursos destinados a la organización de los comicios (instalación de casillas, boletas, capacitación y promoción del voto, entre otros) ―que consta en los anexos financieros de los convenios de coordinación y colaboración firmados entre el el Instituto Nacional Electoral (INE) y los Organismos Públicos Locales (OPLEs)―, así como el financiamiento público para hacer campaña entregado a los partidos políticos y candidatos independientes.
Esta cantidad se divide entre los votos efectivamente emitidos en la pasada jornada electoral para obtener un costo promedio. En las votaciones de este año, en las que los partidos políticos se disputaron 1,308 cargos, salieron a las urnas 17 millones 502,286 mexicanos; así, las autoridades responsables a nivel nacional y estatal, y los partidos políticos y candidatos independientes invirtieron en promedio 121 pesos de recursos públicos por cada sufragio.
El total de 17 millones 502,286 mexicanos que salieron a las urnas, se obtuvo con base en los cómputos finales de los 12 estados que renovaron gobernador, más los votantes por alcaldes de Baja California ―donde también se renovó el Congreso estatal― y quienes participaron en la elección de 60 diputados de la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México.
EL COSTO PROMEDIO DE CADA VOTO
De todos los estados que tuvieron elecciones, la más costosa fue la Ciudad de México; a los 490 millones de pesos (mdp) para cubrir los costos de organización y financiamiento de campañas para partidos políticos e independientes, se sumó la tasa de participación más baja de todas (28.6%), esto es 2 millones 145,655 sufragios, de una lista nominal de casi 7.5 millones de posibles votantes. En promedio, por cada voto emitido se erogaron 228.3 pesos.
Los segundos comicios menos rentables fueron los de Sinaloa. En esta entidad, partidos e instituciones gastaron 184.7 pesos por cada voto.
El tercer estado con elecciones menos rentables fue Baja California, donde solo se eligieron alcaldes y diputados locales, pero no gobernador.
Otro caso que destaca es Veracruz, pues si bien no fue de los más costosos por voto en promedio, sí fue la entidad que más invirtió. La gubernatura que resultó electa sólo durará dos años, con el objetivo de empatar los procesos con las elecciones presidenciales.
Arturo Espinosa Silis, experto en temas electorales, aclaró que la bolsa de financiamiento para gastos de campaña es dinero para los partidos políticos, no directamente para los candidatos.
«Los partidos la reparten a sus candidatos a su discreción totalmente (…) La fórmula de financiamiento se debería revisar porque ya no es necesario dar tanto dinero a los partidos porque los partidos por sí solos ya son competitivos. El hecho de otorgarles tanto financiamiento hace que el electorado se aleje de ellos», comentó en entrevista.
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Estos cálculos se realizaron tomando como base las cifras de recursos públicos reportadas oficialmente para estos propósitos, aunque analistas como Espinosa Silis comentan que las campañas son más caras que esto, debido a que en ellas confluyen aportaciones privadas con partidas asignadas a los partidos para funciones distintas a las proselitistas, e incluso dinero de origen ilícito.
