“En la relación comercial, la afectación sería poca. México seguiría teniendo comercio con Reino Unido y con la Unión Europea, nosotros lo que vemos es el efecto más inmediato de volatilidad financiera, en el tipo de cambio y posiblemente una salida de flujos”, dijo el directivo a Notimex.
Esto, precisó, afectaría principalmente las relaciones entre Reino Unido y las naciones europeas, pero en el caso específico de nuestro país, “seguiría teniendo sus relaciones comerciales y en ese sentido, no vemos una afectación indirecta a México con la posible salida”.
El referéndum se llevará a cabo el próximo jueves y será un día después cuando se conozcan los resultados. No obstante, durante el fin de semana se llevaron a cabo encuestas en las que se mostró un sesgo en favor de la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea (45 por ciento a favor de quedarse, contra 42 por ciento de la salida).
A pesar de ello, consideró que de darse la separación, habría que hacer ajustes en los acuerdos comerciales que ya se tienen, pero éste sería un proceso que llevaría tiempo, además de que habría voluntad de las partes para emprender estos cambios.
Por lo tanto, reiteró, “no vemos efectos y si se llevaran los trabajos para tener un tratado nuevo, no debería de afectarse, porque la salida no sería automática y eso daría los tiempos para preparar los tratados de libre comercio con Reino Unido y modificar los existentes con Europa”.
Si se aprueba la separación, el tipo de cambio podría presionarse un poco más, aunque los mercados ya se cubrieron ante esta posibilidad, pero al contrario, si Reino Unido permanece en la Unión Europea habría una apreciación más importante, añadió.
Para la Dirección de Administración Integral de Riesgos y Análisis Económicos de CI Banco, el peso se apreciaría de forma temporal hasta 40 centavos si se confirma que los ingleses deciden quedarse en la Unión Europea, pero si el resultado es contrario, el impacto en el peso “se intensificaría”.
Sobre la relación comercial México-Reino Unido, esta institución estimó que los flujos comerciales y de inversión con el país también se verían afectados.
En la actualidad, México tiene un acuerdo comercial con la Unión Europea (TLCUEM), vigente desde 2000 y de confirmarse el abandono, las preferencias comerciales actualmente otorgadas desaparecerían, por lo que ambos países tendrían que volver a negociar un acuerdo comercial por separado para que puedan seguir siendo válidas.
“Este proceso de negociación puede demorar varios meses, lo que incrementaría el costo de operación de las empresas de ambos países que mantienen flujos comerciales bilaterales. Actualmente Reino Unido es el cuarto destino de las exportaciones de México en la Unión Europea”, puntualizó.
Con información de: NOTIMEX
