Chavismo avisa que maduro no es Rousseff: “No lo sacarán con nada”
16 de mayo de 2016.- Un día después de imponer el gobierno venezolano el estado de excepción, que amenaza con suspender garantías constitucionales y conferir mayor poder al presidente Nicolás Maduro, el régimen chavista se ha opuesto abiertamente al referendo revocatorio contra Nicolás Maduro que impulsa la oposición.
El vicepresidente, Aristóbulo Istúriz, aseguró ayer que Maduro no dejará el poder de ninguna de las maneras, aunque la propia Constitución que redactó el fallecido Hugo Chávez permita la figura legal de un referendo revocatorio del jefe del Estado, si así lo considera la ciudadanía.
“A Maduro no lo van a sacar con nada”, declaró Istúriz durante una manifestación del oficialismo en apoyo de Dilma Rousseff, suspendida del cargo presidenta de Brasil por el Congreso opositor.
“Ellos saben que aquí no va a haber referendo, están convencidos”, dijo el número dos del gobierno de Maduro, quien dio como razones que los dirigentes opositores “están haciendo pantalla [aparentando], primero porque lo hicieron tarde, segundo lo hicieron mal y tercero cometieron fraude”.
El chavismo sostiene que los opositores son conscientes de que el revocatorio no podrá celebrarse este año, pero que lo ocultan para generar un clima de crispación que lleve a “un golpe de Estado”.
Fractura del chavismo. Jesús Torrealba, secretario general de la MUD, denunció la “estrategia” del gobierno de “retrasar el referendo para sabotear a la oposición, pero también al oficialismo que lo adversa y que desea perpetuarse en el Gobierno”.
El líder opositor señaló por otro lado que las filas del chavismo se han fracturado entre aliados de Maduro y adversarios que, supuestamente, fraguan una estrepitosa salida del sucesor de Hugo Chávez para poner a un dirigente del chavismo más competente al frente del país.
“Maduro, ahora, intenta una huida hacia adelante. No busca una consulta, sino una implosión en el país”, dijo.
Por su parte, el ex candidato presidencial Henrique Capriles, coincidió en este intento de sabotaje del gobierno y confirmó la convocatoria a una movilización nacional el miércoles 18 de mayo para presionar a la Comisión Nacional Electoral (CNE) y que tramita con celeridad el referendo revocatorio.
El reclamo de la oposición es que empiece cuanto antes el trámite de verificación de las casi dos millones de firmas entregadas el pasado 2 de mayo a las autoridades como respaldo del revocatorio presidencial, un paso fundamental para que el Poder Electoral inicie el proceso y que, según las autoridades, no se iniciará hasta, al menos, el 2 de junio.
Capriles advirtió ayer a Maduro que el país es “una bomba” que en cualquier momento puede estallar si las autoridades no permiten que ese proceso se celebre este año.
La Crónica de Hoy