Los pobres aún mueren jóvenes pero sus hijos tienen esperanzas
24 de abril de 2016.- En los Estados Unidos, los ricos viven más años, los pobres mueren más jóvenes y la brecha general entre ambos se está agrandando. Pero esto no es así en todos los casos, en particular entre los menores de 30, lo que podría ser un buen augurio para el futuro.
Un nuevo análisis publicado el jueves en la revista Science muestra que la brecha se está reduciendo en ese grupo demográfico, principalmente por un descenso drástico de la mortalidad infantil desde 1990. Es una buena noticia inesperada después de la serie reciente de sombríos informes sobre la expectativa de vida, sobre todo uno que revelaba un inquietante retroceso de los aumentos entre los estadounidenses blancos.
Los nuevos datos podrían reflejar las inversiones en salud dirigidas a las poblaciones pobres, como la cobertura de Medicaid para los niños y las mujeres embarazadas, programas sociales como Head Start y “las reducciones en la contaminación, que suelen tener efectos desproporcionados en los pobres”, escribieron los autores.
Los investigadores primero clasificaron los condados estadounidenses por nivel de pobreza. Después analizaron cómo habían cambiado las tasas de mortalidad entre 1990 y 2010. Desglosaron el análisis por género y grupo etario para ver las tendencias en edades específicas.
Los autores, de la Universidad de Princeton y la Universidad de Zúrich, descubrieron que la mortalidad infantil había descendido en general, lo cual es una buena noticia. Una sorpresa más grande fue que la inclinación de la curva se está achatando, lo que significa que los condados más pobres tuvieron más mejoras que los ricos, lo que reduce la diferencia de mortalidad.
Al hacer este análisis para todos los grupos etarios, los autores observaron que la pendiente de la curva se achataba para ambos sexos hasta los 30 años y para los hombres hasta los 50 años. Para una gran parte de la población estadounidense, la diferencia de tasas de mortalidad entre los ricos y los pobres se está reduciendo.
¿Cómo se concilia esta conclusión con investigaciones recientes que muestran que la diferencia entre los ricos y los pobres aumenta en términos generales? La mayoría de la gente muere a una edad más avanzada. Los investigadores descubrieron que “entre los adultos mayores, la mortalidad siguió bajando, aunque los descensos son en general más grandes en los condados más ricos”.
También es importante destacar que los autores hablan de tasas de mortalidad por condado, no muertes individuales (también reordenan los grupos de condados por nivel de pobreza de cada año analizado). Las brechas más grandes entre individuos sobre la base de ingresos podrían darse dentro de los condados, reconocen los autores.
Una pregunta es si esto es el comienzo de algo más grande: ¿estos estadounidenses más jóvenes tendrán mejor salud, e igualdad de salud, conforme envejezcan? Sobre la base de las evidencias anteriores, concluyeron los autores, hay “buenos motivos para tener la esperanza de que los jóvenes de hoy también serán más sanos cuando lleguen a la vejez y que la igualdad en mortalidad decrezca entre estos ancianos en el futuro”.
Con información de: EL FINANCIERO