‘Enchilan’ paladares fuera de México
Cd. de México, 19 de abril de 2016.- En la década de los 90 en México comenzaron a abundar los chiles asiáticos y la familia Peña, como otros productores de chile y mole nacional, vio como se desplazó su producto, por lo que decidieron buscar otros mercados.
Fue así como su empresa Rancho La California probó suerte fuera de México.
“Todos los chileros en esa época quebramos, nos quedamos con deudas carísimas, dinero impagable y mucha gente se descapitaliza totalmente”, explicó Cecilia Grande, directora general de Rancho La California.
Lo que parecía una tragedia, en realidad se convirtió en una oportunidad para la empresa, que en 2003 inició sus exportaciones con un pedido de 6 toneladas sólo de mole a Los Ángeles, California.
En 2015 sus ventas de chiles al exterior representaron un incremento de 53 por ciento respecto a las del año anterior, por lo que cerraron con 170 toneladas tanto de moles -elaborado con chiles pasilla, ancho y mulato-, adobos y chiles secos en hojuelas, refirió Grande.
De las exportaciones de esta empresa guanajuatense, el 80 por ciento tienen como destino Estados Unidos, donde encuentran una ventaja por el número de latinos que buscan sus sabores para comer y conservar algunas tradiciones.
“Tenemos cerca de 15 millones de gente de origen latino que consumen productos nostalgia, que son los productos mexicanos, y ya en muchas escuelas hacen el altar de muertos y le ponen mole”, detalló la directora.
Los moles y chiles de Dolores Hidalgo, Guanajuato, también llegan a Europa, específicamente a Suiza, Alemania, Inglaterra y España, agregó la directiva.
En el mercado nacional su principal cliente es la Corporación Mexicana de Restaurantes (CMR), en el cual se incluyen cadenas como Wings, Fonda Mexicana y Chili’s.
Para la CMR se elaboran moles a partir de recetas privadas, detalló Grande.
La familia Peña es chilera por tradición.
Uno de sus miembros, León Peña, fue quien inició la comercialización y al ser el primero en obtener su cosecha y tener la mayor producción, se convirtió en parteaguas para determinar precios en la Merced de la Ciudad de México, por lo que fue conocido como el “Rey del Chile”.
Esta empresa obtiene la materia prima de sus propias parcelas, pero también compra a los productores de Guanajuato, lugar de donde proceden, con el fin de darle salida a sus cosechas.
Grande destacó que en el País hace falta desarrollar varios proyectos comerciales como este para apoyar al agricultor mexicano y ofrecerles a los jóvenes opciones en el campo.
“En realidad la agricultura mexicana vive un desastre, toda la gente se quiere ir al norte, ya nadie se quiere quedar en las comunidades”, concluyó.
Frida Andrade | Reforma