Específicamente, el experto señala que el colesterol elevado que más debe preocuparnos es el llamado LDL o “malo”, ya que puede favorecer la acumulación de una sustancia pegajosa llamada placa que tapa las arterias.
Por su parte, los triglicéridos son otro tipo de grasa que proviene de los alimentos, especialmente de aquellos muy calóricos como la mantequilla, aceites y otras grasas. Cuando consumimos más calorías de las que usamos, los triglicéridos se elevan y también afectan a las arterias.
“Tanto el colesterol como los triglicéridos son fundamentales para la vida porque son una reserva de energía para momentos de ayuno prolongado o ejercicio muy extenuante, el problema es que cuando tenemos niveles demasiado altos de estos lípidos, se depositan en arterias importantes del cuerpo, como las del corazón, cerebro y piernas”, alerta el especialista.
¿Cuántos mexicanos viven con colesterol y triglicéridos altos?
En palabras del endocrinólogo, la situación de las dislipidemias es muy preocupante en el país pues casi 50% de la población tiene niveles altos de triglicéridos y casi el 40% tiene niveles de colesterol que ameritan un tratamiento farmacológico.
Hasta tres cuartas partes de la población adulta en México tienen un peso no saludable, alerta el experto, casi el 15% de la población tiene diabetes y cerca del 50% tienen síndrome metabólico, todos factores para las dislipidemias.
El problema es que estas enfermedades no se conocen lo suficiente y pueden diagnosticarse después de muchos años debido a que no manifiestan síntomas evidentes en la mayoría de los casos.
“Las dislipidemias son prácticamente asintomáticas, es decir, no dan ninguna molestia y es por eso que son tan peligrosas como la diabetes o la hipertensión, porque podríamos tenerlas sin saberlo”.
“El mensaje que quiero dar es que no debemos esperar a tener síntomas para buscar un chequeo de niveles de colesterol y triglicéridos. Los médicos tampoco debemos esperar a que el paciente llegue al consultorio, hay que ser proactivos para identificar quiénes potencialmente podrían tener la enfermedad”, agrega.
¿Cuáles son los riesgos por tener colesterol y triglicéridos altos?
El también editor del libro 50 preguntas clave en dislipidemias afirma que el colesterol y triglicéridos altos pueden tapar las arterias que llevan sangre al cerebro, al corazón y a las piernas en un proceso que puede durar muchos años de manera silenciosa.
“Al taparse las arterias hay más riesgo de eventos cardiovasculares como infarto de miocardio, eventos cerebrovasculares o embolias y enfermedad arterial periférica”, alerta.
Los mexicanos tenemos cierta predisposición a padecer dislipidemias debido a nuestra genética y es un factor que no podemos modificar. Sin embargo, señala el doctor López, el colesterol y triglicéridos están muy influenciados por aspectos ambientales.
“Sobre los genes no podemos hacer nada, pero otro disparador muy fuerte es lo que comemos, la falta de actividad física, la obesidad, la diabetes descontrolada y el síndrome metabólico, alteraciones que son muy frecuentes en México”, señala.
El especialista hace hincapié en que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en México, por lo que prevenir y tratar adecuadamente las dislipidemias es la clave para evitar un daño o consecuencias fatales.
¿A qué edad hay que hacerse estudios para colesterol y triglicéridos?
Todos los adultos arriba de 40 años deben hacerse un estudio de sangre conocido como perfil de lípidos para medir los niveles de colesterol total y triglicéridos.
En caso de tener factores de riesgo como obesidad, diabetes, familiares con problemas de corazón a edad temprana (como un infarto a los 55 o menos), presión alta o tabaquismo, el estudio debe hacerse antes.
Cuando las dislipidemias se diagnostican en etapas tempranas, es decir, antes de que empiecen a obstruir las arterias, es posible recibir un tratamiento para controlarlas, algo que hasta hace muy poco no era posible.
“Hace 40 o 50 años no había tratamiento, en los casos de dislipidemias genéticas el paciente prácticamente tenía una sentencia de muerte, ya que podían tener un infarto a una edad temprana”, menciona el experto.
Tratamiento debe ser por varios años o de por vida
Actualmente se cuenta con tratamientos efectivos, el problema es que las dislipidemias no se diagnostican a tiempo en muchos casos y cuando el paciente sí recibe medicamento, no se apega como lo indica el médico.
El tratamiento de las dislipidemias es a largo plazo, es decir, se debe tomar por muchos años o incluso toda la vida, eso complica que el paciente lo tome todos los días como se debe, normalmente lo suspenden en unos meses al no sentir nada diferente, lamenta el experto.
“A veces los propios médicos comenten el error de suspender el tratamiento en cuanto los valores de colesterol y triglicéridos disminuyen, pero eso solo hace que los niveles se vuelvan a elevar porque es el medicamento lo que ayuda a controlarlos”, afirma el doctor López.
Aunado a ello, hay mucha desinformación sobre los tratamientos, pues se cree que pueden ser malos, lo que conduce a que el paciente los deje por miedos infundados. “En el primer año más del 50% lo suspende a pesar de que es la forma más efectiva y económica de prevenir la enfermedad cardiovascular”.
50 preguntas clave en dislipidemias
Ante la problemática de las dislipidemias en México y su impacto en las enfermedades cardiovasculares, un grupo de médicos llevaron a cabo la primera publicación gratuita sobre este tema en el país titulado 50 preguntas clave en dislipidemias, donde se busca ayudar a los profesionales de la salud a abordar la enfermedad de manera oportuna, derribar mitos y prevenir los riesgos que implica.
“Este libro nació como una propuesta hacia el grupo de dislipidemias de la Sociedad Mexicana de Nutrición y Nutrición Ocupacional. A mí y a otro grupo de 25 autores se nos invitó a participar con el objetivo de brindar respuesta a 50 preguntas clínicas relevantes sobre dislipidemias, dudas que escuchamos constantemente en consulta”, detalla el especialista, quien es uno de los editores de la publicación.
La información está dirigida principalmente a los médicos de primer nivel de atención, nutriólogos y otros expertos, en un formato de pregunta respuesta que busca generar una mejor comunicación entre los especialistas en lípidos y los médicos que ven todos los días a los pacientes en su consultorio. Esta publicación se puede descargar de forma gratuita.
“Es raro que un paciente llegue y diga que tiene el colesterol alto, los médicos debemos ser más proactivos y buscar la forma de identificar estos problemas en las personas con factores de riesgo, de lo contrario, dejamos a muchos sin un tratamiento adecuado y en riesgo de enfermedades cardiovasculares”, señala.
Los pacientes también deben tomar responsabilidad y hacerse una prueba de lípidos a los 40 años, aunque no se tengan síntomas, especialmente si tenemos sobrepeso u obesidad, diabetes o presión alta, concluye el doctor López.
Con información de: https://www.sumedico.com/