Salud y Belleza

Desde los 40 años, el glaucoma está latente y la mitad de la población no lo sabe

Ciudad de México, 26 de marzo del 2025.- Tal como sucede con la diabetes y algunos tipos de cáncer, el glaucoma es una enfermedad de la vista que es silenciosa e incurable, es decir, que solo presenta síntomas cuando ya está presente y, muchas de esas veces, cuando ya está muy avanzada, lo que puede significar una pérdida importante de visión que no se puede recuperar.

Pero para esta enfermedad específicamente la prevención puede hacer una gran diferencia en el diagnóstico, por eso este mes los especialistas del Colegio Mexicano de Glaucoma se han dado a la tarea de insistir en la importancia del diagnóstico oportuno, que es posible cuando las personas acuden a revisión una vez al año con el médico oftalmólogo. La doctora Celia Elizondo, presidenta del Colegio explica que “la revisión consiste en un examen visual sumamente sencillo, que no es largo ni doloroso, pero que nos da toda la información necesaria para saber si hay algún riesgo de glaucoma y comenzar su tratamiento, para evitar la pérdida de la vista parcial o total”.

¿Quiénes son más propensos?

La especialista explica que, aunque no existen cifras oficiales acerca de los mexicanos que podrían padecer la enfermedad en los siguientes años, cifras de la Secretaría de Salud federal arrojan que más de 1.7 millones de mexicanos mayores de 40 años (4% de ese grupo poblacional) padecen ya glaucoma y la mitad de ellos ni siquiera lo sabe, debido precisamente a la falta de cultura de revisión preventiva. Hablamos de más de 870 mil personas mayores de 40 años en el país que corren un alto riesgo de perder la vista.

“La mejor manera de prevenir el glaucoma es acudir a esta cita anual, pero también es muy importante estar atentos a los factores de riesgo como pueden ser: tener familiares directos (papá, mamá o hermanos) con diabetes o glaucoma diagnosticado, ser personas mayores de 40 años, aunque existen casos de glaucoma juvenil o congénito que se presenta, incluso, en bebés recién nacidos”.

Adicionalmente, los golpes directos en los ojos y la utilización de gotas con cortisona pueden también generar glaucoma. El riesgo aumenta si durante el golpe se pierde la visión, aunque sea temporalmente, por lo que se requiere una visita inmediata al oftalmólogo para descartar riesgo de la enfermedad.

Una forma fácil de definir al glaucoma es imaginar que “el nervio óptico es el cable que conecta al ojo con el cerebro, para transmitir la visión. En el glaucoma ese cable se daña por varias causas y no hay manera de repararlo”, detalla Elizondo.

La atención de la enfermedad

El tratamiento para el glaucoma, una vez que se diagnostica, varía dependiendo de la progresión y puede consistir en gotas, procedimientos con láser o cirugía, lo que ayudará a controlarlo, pero no a curarlo, ya que actualmente esto no es posible. “Los pacientes deben considerar que los tratamientos son para toda la vida y que el costo varía de acuerdo a la severidad de la enfermedad, considerándose más elevado entre más avanzado se detecte”.

En México, el impacto financiero del glaucoma es alarmante: el gasto inicial podría ser de unos 16 mil pesos y de ahí un costo anual en atención médica y la pérdida de productividad pueden representar más del 60% del presupuesto familiar, pues afecta no sólo a los pacientes, sino también a los familiares.

Por eso, anticiparnos será la mejor opción. La especialista detalla que a través de un estudio de sólo 30 minutos se puede marcar la diferencia, es decir, una consulta oftalmológica en la cual se revisa la visión, la presión intraocular y evaluación clínica del nervio óptico. Es un procedimiento indoloro y no invasivo.

El precio varía según el médico oftalmólogo u hospital, pero las instituciones públicas lo hacen sin costos o menos de mil pesos en atención de bajo costo o más de ese monto en contexto privado. En esa valoración también se pueden incluir estudios adicionales como tomografía de coherencia óptica (OCT) o campos visuales.

Con información de: https://www.eleconomista.com.mx/

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