Ciudad de México, 11 de marzo del 2025.-Todo lo relacionado con el climaterio y la menopausia, periodo en el cual la mujer deja de ovular, ha sido ignorado históricamente por los sistemas de salud de todos los países. Por siglos fue considerado asunto personal e íntimo entre mujeres, de modo que se quedó como una etapa en la que a nadie más tocaba participar. Ello ha provocado que millones de mujeres enfrenten esta difícil fase de cambios sin orientación ni apoyo médico.
Antes se consideraba que era una etapa ya cercana al final de la vida. Pero se presenta entre los 45 y 55 años, que dada la esperanza de vida actualmente, es un periodo en que las mujeres aún son muy activas en todos los sentidos, en términos productivos, económicos y sociales.
La Secretaría de Salud federal estima que en México son unos 6 millones de mujeres las que están viviendo en menopausia hoy en día.
40 síntomas por la caída de hormonas
Conforme información médica son cuando menos 40 síntomas los que viven las mujeres que transitan por el periodo de climaterio y menopausia, que es cuando se da la caída de hormonas en el organismo femenino a partir de que deja de ovular y ser reproductivo.
Entre los síntomas que ello implica están los siguientes:
Bochornos, escalofríos, sudores nocturnos, problemas de sueño, cambios en el estado de ánimo, aumento de peso y metabolismo lento, debilitamiento del cabello, piel seca y arrugas, sequedad vaginal, disminución del deseo sexual. Estos son sólo algunos de los síntomas del periodo de vida conocido como climaterio y menopausia que viven las mujeres entre los 45 años y 55 años o hacia adelante.
Las repercusiones de vivir con ello a mediano plazo son diversas e incluyen: insomnio, cansancio crónico, cambios en la memoria, baja autoestima y depresión, así como afectación en la vida sexual e interpersonal, todo lo cual deriva en pérdida de la calidad de vida y disminución de la capacidad funcional.
Hoy hay evidencia científica de que si no actúan para hacer ajustes en su estilo de vida y detener todas esas consecuencias, las mujeres -que integran más de la mitad de la población- son más susceptibles a largo plazo a padecimientos de alto riesgo como hipertensión, diabetes mellitus, dislipidemia, infarto agudo de miocardio, osteoporosis, incontinencia urinaria y depresión refractaria.
Ningún programa de atención en el mundo
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que los países no cuentan con políticas públicas de atención médica específicas para la población que está viviendo con todos esos síntomas de la menopausia.
Aquí el punto es que conforme aumenta la esperanza de vida, va creciendo el porcentaje de población que está viviendo en esa etapa. En 2023, la OMS estimó que para el año 2025 (o sea, el actual) la menopausia alcanzaría a más de 1,000 millones de personas en todo el mundo, y de éstas unos 37 millones vivirían en América Latina y el Caribe. Si ese pronóstico ya se cumplió, es fundamental que las sociedades lo alcancen a ver para empezar a detonarlo como un tema de salud pública, porque el impacto va más allá de los síntomas físicos y emocionales que afectan a millones de mujeres mexicanas que atraviesan por esta etapa lidiando a su manera y sintiéndose muchas veces solas y aisladas.
Según el Censo Nacional de Población y Vivienda 2020 del Inegi, en México hay aproximadamente 19 millones de mujeres de 45 años y más, las cuales podrían estar en alguna etapa del climaterio y en la menopausia (antes o después de la menopausia).
El representante de la Organización Panamericana de Salud y de la Organización Mundial de la Salud, Adriano Tavares, asesor en Familia, Promoción de la Salud y Curso de Vida, quien participó hace algún tiempo en el foro “La menopausia: un desafío de política pública” que se realizó en el Senado de la República habló de la necesidad de que el sistema de salud invierta en la capacitación de los profesionales de salud con enfoque en la Atención Primaria para el cuidado integral de la mujer durante el climaterio.
Es fundamental visibilizar el climaterio y la menopausia como un asunto de salud pública, ya que su impacto va más allá de los síntomas físicos y emocionales. Muchas mujeres enfrentan desafíos sociales, laborales y económicos, y en muchas ocasiones se sienten solas y sin apoyo.
Cabe destacar que la menopausia es un evento en la vida de las mujeres y corresponde a la última menstruación, identificándose después de transcurridos doce meses consecutivos sin sangrado menstrual.
El climaterio es un período de transición que se prolonga durante años, antes y después de la menopausia, como consecuencia del agotamiento ovárico y la disminución en la producción de estrógenos.
La Comisión de Salud del Senado de la República emitió en 2023 un dictamen con punto de acuerdo en materia de climaterio y menopausia, donde reconoce los conflictos laborales que enfrentan las mujeres en esta etapa y la falta de políticas públicas para atender el problema.
En el documento destaca que ocho de cada diez mujeres en edad de menopausia que trabajan difícilmente hablan del tema en sus centros laborales por vergúenza. Además, el 47% de las mujeres que se ausentaron de su trabajo por síntomas del climaterio no informaron a su empleador sobre la verdadera causa de su ausencia.
Otro hallazgo relevante es que más del 60% de las mujeres presenciaron bromas y chistes sobre la menopausia en su entorno de trabajo.
Asimismo, la misma proporción de mujeres se ha visto negativamente afectada por la falta de asesoramiento y soporte sobre el tema en sus centros laborales.
El 11% de las mujeres en esta etapa ha rechazado una promoción laboral debido a la falta de confianza derivada de los síntomas del climaterio.
Dado este panorama, es fundamental incrementar la educación y concientización sobre el climaterio y la menopausia en todos los ámbitos, incluyendo el laboral, para garantizar un entorno de trabajo más equitativo y comprensivo. La menopausia y el climaterio no son sólo un tema de salud individual, sino una cuestión de salud pública y derechos laborales que requiere mayor visibilidad y atención por parte de empresas, instituciones y tomadores de decisiones.
Con información de: https://www.eleconomista.com.mx/
