Ciudad de México, 10 de marzo del 2025.- Antes del mediodía, la hora a la que fue convocada la asamblea informativa sobre las relaciones con Estados Unidos, la presentadora oficial anunciaba la presencia en el Zócalo de la presidenta Claudia Sheinbaum. Contenta, ella abrazaba a invitados especiales de la primera fila, en un trayecto en que también estaba previsto el saludo a los jerarcas de su movimiento, situados metros más adelante. Se acercó a ellos, que en ese momento estaban empeñados en posar para un foto colectiva, por lo que terminaron por dar la espalda y desairar así a la jefa del Estado.
Estaban en el grupo Andrés Manuel López Beltrán, secretario general de Morena; la dirigente nacional del partido, Luisa María Alcalde; el líder de los diputados morenistas, Ricardo Monreal, y su homólogo en el Senado, Adán Augusto López, quien abrazaba con afecto a Manuel Velasco (la dupla que hizo naufragar la reforma antinepotismo de Sheinbaum, al alterar los plazos de entrada en vigor).
Nadie percibió la llegada de Sheinbaum, quien sólo saludó a López Beltrán, el único que alcanzó a reaccionar. Alcalde perdió la sonrisa que mantuvo para la fotografía, al percatarse de su desdén a Sheinbaum, pero ya no pudo acercarse a ella; Monreal, López y Velasco intentaron enmendar el yerro, pero ya no alcanzaron a la Presidenta, quien apretó el paso.
Difundida la escena en la transmisión oficial, el desaire de la jerarquía política del movimiento desató una gran difusión en redes sociales, lo que generó reacciones entre los involucrados.
Velasco fue el primero en ofrecer una disculpa a la Presidenta: “Estoy reunido con el senador Adán Augusto López y el diputado Ricardo Monreal. Le ofrecemos una disculpa a nuestra presidenta @Claudiashein, ya que en la emoción del evento de unidad en el Zócalo, no escuchamos cuando llegó y pasó junto a nosotros”.
Más tarde escribiría el senador morenista: Presidenta Claudia Sheinbaum, le ofrezco una disculpa, en la emoción del momento, nunca escuchamos que usted ya estaba en el corazón de la patria.
Luego Ricardo Monreal haría lo propio: “Al inicio del evento en el Zócalo, el entusiasmo que se desbordaba nos contagió y no advertimos que la presidenta @Claudiashein pasaba en ese momento por donde estábamos. Le expreso mi disculpa sincera. Su mensaje a la nación fue excepcional y nada ni nadie minimiza su relevancia”.
La única discordante en su reacción fue Luisa María Alcalde, para quien el desdén público a la Presidenta no le mereció una disculpa, un reconocimiento del error o la autocrítica, como hicieron los otros involucrados.
En cambio, optó por emprenderla contra la oposición y, tras destacar la asistencia de 350 mil participantes en el Zócalo, arremetió: “Como lo han hecho en otras ocasiones, los opositores pretenden desviar la atención. Un descuido en el protocolo, que no debió pasar, no opaca el cariño que hoy el pueblo entero expresó en la mayor plaza pública del país. Presidenta @Claudiashein, ¡usted es nuestro orgullo!”
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