Colaboraciones

Fomento de la confianza en el gobierno. Enfoque GLOCAL

M.E.R Joaquín García Galván.- La confianza es una construcción interpersonal y organizacional compleja. La confianza es además mucho más que eso. Es el apuntalamiento de todo contacto humano e interacción institucional. La confianza entra en juego cada vez que se anuncia una nueva política. La confianza entonces emerge como uno de los ingredientes más importantes sobre los cuales se construyen la legitimidad y la sostenibilidad de los sistemas políticos.

Generalmente, la confianza se conceptualiza con dos variantes. La confianza evaluada en términos políticos es la llamada “confianza política”. La confianza política se da cuando los ciudadanos valoran el gobierno y sus instituciones, la formulación de políticas en general y/o a los líderes políticos individuales como cumplidores de sus promesas, eficientes, justos y honestos. La confianza política, en otras palabras, es el juicio que hace la ciudadanía de que el sistema y los titulares políticos son sensibles y van a hacer lo que es correcto, incluso en ausencia de escrutinio constante. Como tal, la confianza política es un indicador central de la sensación subyacente de la gente acerca de su forma de gobierno.

Por otro lado, la “confianza social”, que se refiere a la confianza de los ciudadanos entre sí como miembros de una comunidad social, es inseparable de la noción de confianza política. De acuerdo a la teoría de Putnam, el compromiso cívico en una comunidad y la confianza interpersonal entre sus miembros contribuyen al surgimiento de la confianza social general en una sociedad determinada. El contacto cara a cara de los miembros de una comunidad en agrupaciones o movimientos sociales permite a la gente no solo conocerse mejor y de manera personal, sino también extender el sentimiento positivo derivado de la experiencia cívica hacia terceros en la sociedad y en el gobierno.

Es bien conocido el hecho que los ciudadanos que no participan en actividades cívicas tienden a ver al gobierno y sus instituciones en términos más negativos. El capital social tiene un efecto importante y fuerte sobre la confianza en el gobierno aparte de, y junto con, el desempeño del gobierno. Incrementar la confianza social y política a través de la implementación de políticas económicas importantes es también crucial para la buena y efectiva gobernanza. Un Estado competente necesita propiciar mercados abiertos, eficientes y competitivos. Los Estados necesitan crear una estructura institucional y la credibilidad necesaria para que las economías de mercado funcionen efectivamente. El incremento de la confianza a través de las políticas económicas efectivas trae buena gobernanza solo si el vínculo de la eficiencia económica toma en cuenta la variable social. En otras

palabras, los gobiernos, en la aplicación de políticas que eleven la competitividad, tienen que tomar en cuenta los problemas de inequidad social y marginalización asociados con la globalización. Un Estado competente puede aumentar la confianza política y social así como la eficiencia económica solamente con la implementación de redes de seguridad y programas sociales dirigidos a los más pobres y menos privilegiados. Así se plantea una tercera forma de confianza, la confianza económica.

El modelo de desarrollo que implementemos debe contribuir a la construcción de la confianza en sus tres variables (política, social y económica) que han sido discutidas y aceptadas por la mayoría de los estudiosos de este tema, y se le suma una cuarta variable (confianza en el futuro). La implementación de un modelo así garantiza la democracia directa, manifestada en la organización y la participación de la ciudadanía en la implementación de las principales políticas y estrategias para la reducción de la pobreza y la desigualdad. De ello se deriva un sentimiento positivo sobre el modelo económico-social-político-cultural, y se genera no solo confianza en la administración pública, sino también cohesión social, paz y estabilidad que, a su vez, refuerzan la confianza en el Gobierno a manera de un círculo virtuoso. La confianza en la administración pública se da a través del entendimiento de la ciudadanía de que un modelo de desarrollo sostenible debe darse a través de la inclusión y responsabilidad compartida, reforzando valores, principios y prácticas que garanticen la paz, la seguridad y la estabilidad como base para los logros económicos y sociales.

Pensar Globalmente, Actuar Localmente.

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