Zona Maco 2025, paralelismos entre el arte y la protesta
Ciudad de México, 06 de febrero del 2025.- Hay muchas texturas, comenta la compañera fotógrafa que por primera vez visita la feria de arte por excelencia en la Semana del Arte, Zona Maco, que este miércoles arrancó su edición 2025 en el Centro Citibanamex, con la asistencia de 220 galerías procedentes de más de 30 países.
Pero, efectivamente, así como en los dos años previos parecía abundar el arte pictórico por sobre cualquier otro formato, situación que en su momento corroboraron galeristas y artistas en declaraciones para este medio, en la edición 2025 el arte pictórico sigue imperando, muy por encima de maneras creativas, como la escultura que se manifiesta esporádicamente, tímida, entre los booths de la zona de arte contemporáneo en esta gran feria de ferias.
Y esas texturas se desprenden, se extienden, se adhieren, son pobladoras precisamente de los cuadros con bastidores de dimensiones tradicionales otrora meramente pictóricos, hoy residencia de abundantes técnicas mixtas, con óleo o cenizas, con papel quemado, peluche o resina de poliéster.
Muchas de ellas son obras de manufactura reciente, de los últimos dos años, pero también hay otras joyas de formato mixto del siglo XX, bellamente ejecutadas, que han encontrado primer lugar en el aparador de Zona Maco en este nuevo furor por la pintura, como es el óleo y collage sobre tela “Cigüeña”, del finado Julio Galán, donde el artista coahuilense intervino una ilustración ejecutada por él mismo de esta ave ciconiforme a la que adhirió estampas varias, religiosas y de la cultura pop, muy a su estilo. Una bella composición sobre la rugosidad, tridimensionalidad, multiformato y textura posible del arte pictórico actual. Larga vida al lienzo sobre bastidor y todas sus posibilidades.
San Jorge y su significado
También hay obras hechas con pequeñas piezas de Lego, como el cuadro “Untitled (St. George slaying a dragón)”, realizado en 2022 por el celebérrimo artista chino Ai Weiwei, a la venta en la Galería Continua. Es una reinterpretación, con nada más que puros bloques de juguete, de una obra maestra de principios del siglo XVI, “San Jorge matando al dragón”, que fue parte de un ciclo de pinturas ejecutadas por el veneciano Vittore Carpaccio por encargo de la Scuola di San Giorgio degli Schiavoni.
El encargo para Carpaccio se realizó durante las guerras otomanas en Europa. La representación de la obra tiene mucha relación con estos conflictos, toda vez que es una metáfora de la relación entre los dálmatas de la región de Croacia y los otomanos, dos culturas enemistadas. Particularmente, la escena pintada por Carpaccio representa a San Jorge sometiendo o, mejor dicho, asesinando a un dragón que solía asimilarse a todas luces como la representación del paganismo, particularmente el de los otomanos, los árabes, a la vista del cristianismo, a quienes, como sugiere el cuadro, había de someter o, más bien, erradicar.
Ahora bien, volviendo a la obra de Ai Weiwei, la reproducción fue encargada al artista chino por la comunidad de San Giorgio Maggiore, una de las islas venecianas cuyo patrón, evidentemente, fue el santo en cuestión, con el objetivo de reavivar la mística del santo y sus proezas a la vista de una hegemonía sobre otra.
La imagen de San Jorge es una de las más reproducidas en la historia del arte. La escena fue ejecutada también por Tintoretto, Rafael, Rubens, Durero o el propio Kandinsky.
Protestas dentro y fuera de la feria
Resulta curioso el paralelismo de la obra mencionada arriba, sobre el mito de San Jorge y el dragón, y los momentos de protesta que se vivieron en el primer día de la feria Zona Maco de este año.
Alrededor de las 13:45 horas, cuando la feria estaba abierta exclusivamente para invitados especiales y prensa, un grupo de personas se reunió en el pasillo principal del Centro Citibanamex para protestar contra las acciones del Estado de Israel sobre la población palestina.
“El ente sionista lleva más de 15 meses lanzando el equivalente de cinco bombas atómicas a las comunidades de Gaza. Hay más de 20 mil niños muertos. Venimos a denunciar aquí que Axa va a entregar un premio artístico, no podemos permitir que eso pase. Axa es cómplice del ente sionista”, gritaba una voz mientras su acompañante manchaba algunos muñecos de peluche con pintura roja, simulando la sangre derramada por la población de Palestina.
“Los niños de Gaza no son una amenaza. Netanyahu asesina, Trump patrocina. Las mujeres de Gaza no son una amenaza”, gritaban los protestantes frente a las puertas de la feria.
Del otro lado del gran despliegue de galerías en el Centro Citibanamex, el público se arremolinaba frente al stand de la galería noruega OSL Contemporary, que presentaba la obra de una sola artista, Vanessa Baird, una de las creadoras más aclamadas del país nórdico.
Las tres paredes de la galería fueron cubiertas en su totalidad por largos paneles de papel intervenidos con carbón y pastel. Era inevitable frenarse para ver las escenas contenidas en la obra. Había cadáveres, personas cercenadas, extremidades descoyuntadas, rostros descarnados, personas que claramente fueron víctimas de algún acto de violencia. Indignante, terrible, angustiante, pero hipnótico.
Este políptico lleva por nombre “Lost Humanity. One way ticket to mars”, y el panel que más llamó la atención fue aquel donde Vanessa Baird colocó el siguiente mensaje: “End the occupation. Boycott Israel”.
Ahí mismo, una visitante rubia se aproxima a este que escribe y le pregunta en inglés: “¿eres periodista? Esta feria es sobre el arte no sobre el odio”. Acto seguido, se aleja indignada por la protesta artística de la artista noruega. Es el contraste de perspectivas en torno a una feria de arte donde hay hervor disponible para todas las perspectivas.
Zona Maco
- Centro Citibanamex
- Del 5 al 9 de febrero
- Ciudad de México
- Otra obra sobre el tema en boga
- “La Torá en un pie”
- Artista: Boris Viskin
- Expuesto en: Galería Acapulco 62
Con información de: https://www.eleconomista.com.mx/