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El norte del país, en alerta ante la amenaza de deportaciones masivas

Ciudad de México, 15 de enero del 2025.- Baja California, Chihuahua, Tamaulipas, Coahuila y Sonora se encuentran en alerta ante la posible deportación masiva de migrantes una vez que Donald Trump asuma la presidencia de Estados Unidos, el lunes 20 de enero. Autoridades y activistas de municipios fronterizos alistan albergues y ayuda humanitaria para recibir a los connacionales que sean repatriados.

El municipio de Tijuana, Baja California –que limita con San Diego, California– se declaró en emergencia ante la probabilidad de que miles de personas arriben en los próximos días por alguno de los tres pasos que tiene la ciudad (San Ysidro, La Mesa de Otay o el peatonal, conocido como El Chaparral).

El ambiente es de incertidumbre en los refugios, que son habitados en su mayoría por quienes están a la espera de una cita vía la aplicación CBP One, la cual ven cada día más lejana, pues temen que el programa sea cancelado en cuanto el republicano tome posesión.

El gobierno federal ya anunció que abrirá siete albergues en Tijuana, de los 25 que habrá en toda la frontera, en coordinación con las autoridades estatales.

El cabildo tijuanense hizo la declaratoria de emergencia con el fin de que el alcalde, Ismael Burgueño Ruiz, y toda la administración puedan usar recursos para atender la eventual contingencia.

El edil facultó la noche del lunes a diversos funcionarios para que puedan rentar espacios y contratar desde Internet hasta servicios jurídicos, administrativos, de tecnología y/o de consultoría, personal, equipos, insumos, entre otros, y mover las partidas presupuestales que sean necesarias.

Puente humanitario

La postura en que se colocó el municipio le permitirá también coordinarse con los gobiernos estatal y federal a fin de gestionar fondos para el rubro de migración.

Burgueño Ruiz externó que la intención es brindar las condiciones de un trato digno, respeto a los derechos humanos y garantía de un buen retorno a todos aquellos que pudieran llegar a Tijuana.

El ayuntamiento prevé la instalación de un puente humanitario, dado que, según explicó la gobernadora, Marina de Pilar Ávila, los connacionales serán recibidos por autoridades federales, llevados a los albergues y luego se le apoyará para ir a sus lugares de origen.

Derivado de su ubicación geográfica, el fenómeno migratorio es un tema que se vive diariamente en Tijuana, por lo que la ciudad ya cuenta con 40 refugios administrados por organizaciones civiles y algunas iglesias; dos más son del gobierno, uno de los cuales está a cargo del DIF y que recibe únicamente a menores deportados que viajan solos.

En Tamaulipas, el gobernador Américo Villarreal aseguró que esta entidad tiene la capacidad para atender una emergencia junto con la Federación.

El mandatario dio a conocer que participó en una reunión virtual encabezada por la secretaria de gobernación Rosa Icela Rodríguez, donde ésta expuso directrices para atender a los mexicanos que sean deportados.

Indicó que uno de los acuerdos es dar información a través de la red consular a los connacionales para que estén enterados el tipo de apoyo legal que se les ofrecerá.

Mario Ramírez, presidente del patronato de la delegación de Cruz Roja Mexicana en Matamoros, refirió que se espera que cada día al menos 200 personas sean repatriadas por los puentes de este municipio.

Nos estamos preparando con ambulancias y con personal capacitado porque entre los primeros servicios que se les da es una valoración médica, recalcó.

Prevén que los albergues queden rebasados

En caso de que llegue esa cantidad de personas, estarían rebasados los tres refugios oficiales en Matamoros, que son el Centro Integrador, la Casa del Migrante y el albergue temporal habilitado por el gobierno de Tamaulipas en el viejo hospital de la colonia Lucero.

El alcalde Alberto Granados Fávila señaló que a falta de infraestructura se adaptará con techos provisionales y casas de campaña el sitio donde recientemente se demolió el estadio municipal.

Puntualizó que la seguridad de este paraje, ubicado en Roberto Guerra y Universidad, estará a cargo de la Secretaría de Marina, además de que cuadrillas municipales ya se encuentran en el terreno haciendo instalaciones de energía eléctrica y colocando tomas de agua.

Por su parte, el jefe de la jurisdicción sanitaria número 5 de la Secretaría de Salud de Tamaulipas, Manlio Fabio Benavides, afirmó que la entidad está adoptando medidas preventivas ante una contingencia que podría generar una importante carga social y sanitaria.

Uno de los mayores desafíos, dijo, es la atención médica inmediata a quienes tengan enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes o problemas respiratorios, así como posibles contagios de tuberculosis o VIH.

En Coahuila, el mandatario Manolo Jiménez destacó la coordinación con los gobiernos federal y municipales para responder a la situación. Estamos listos para apoyar a los connacionales que regresen, con albergues temporales y atención humanitaria. No los dejaremos solos, aseguró.

La administración estatal habilitó cuatro albergues en coordinación con los ayuntamientos de Acuña y Piedras Negras, puntos estratégicos debido a su ubicación fronteriza.

En Sonora, Armando Castañeda Sánchez, coordinador de la Unidad Estatal de Protección Civil, explicó que las dependencias correspondientes se han coordinado para establecer protocolos en caso de que se inicie un importante flujo de personas en condiciones de movilidad.

El estado cuenta con 144 refugios temporales listos para atender a población fija o flotante que necesite un lugar seguro. Según las circunstancias que puedan surgir después del 20 de enero, el gobierno estatal está preparado para habilitar espacios adicionales que cumplan con los requerimientos necesarios, destacó.

En el ejido La Victoria, unos kilómetros al oriente de Hermosillo, el comedor para migrantes y personas en situación de calle administrado por la parroquia San Luis Gonzaga, donde el padre José Gilberto Lezama Rodríguez es responsable, se prepara para la emergencia.

Estamos trabajando tranquilos, a la expectativa de cómo podríamos sumarnos si se da esta realidad. Tratamos de no crear psicosis; una vez que tome posesión (Trump), sabremos qué pasará, aseveró Lezama Rodríguez.

México, sin políticas claras de inclusión

Gloria Ciria Valdéz Gardea, coordinadora del Centro de Estudios Transfronterizos del Colegio de Sonora, consideró que el panorama que se avecina podría ser aún más severo que en la primera administración de Trump, con la separación de familias y el programa Quédate en México.

La experiencia dice que este personaje, con su narrativa beligerante, fascista, xenofóbica y discriminatoria, actuó en el pasado y ahora lo hará reforzado. Su gabinete incluye personas dedicadas a la seguridad que comparten sus puntos de vista, advirtió.

Subrayó que México y, particularmente Sonora, no están preparados para enfrentar un escenario de deportaciones masivas. No contamos con políticas de inclusión claras, ni con un diseño que aborde el tema migratorio desde los derechos humanos, añadió.

En Ciudad Juárez, Chihuahua, existe una red de 23 albergues, incluidos los 13 que manejan las comunidades cristianas y la Casa del Migrante, de la Iglesia católica; éstos están operando en promedio a 52 por ciento de su capacidad y entre todos se cuenta con cerca de 2 mil 700 lugares para quienes requieran resguardo.

El presidente municipal Cruz Pérez Cuéllar dijo que se podría habilitar el gimnasio Enrique Kiki Romero, donde caben 400 personas, y la gobernadora María Eugenia Campos Galván ha declarado que, de ser necesario, se dispondrá de un estadio de béisbol para que se adapte como espacio humanitario temporal.

(Mireya Cuéllar, Cristina Gómez, Julia Le Duc, Rubén Villalpando, Leopoldo Ramos, Martín Sánchez y Carlos Figueroa)

Con información de: https://www.jornada.com.mx/

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