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Paso a desnivel | Por: David Cárdenas Rosas | Guatemala ametralló al pesquero mexicano Salina Cruz N° 1

Fue la madrugada del 1 de enero de 1959 cuando el barco pesquero mexicano Salina Cruz N° 1 navegaba en aguas internacionales, y de pronto se convirtió en el objetivo de un ataque que marcaría uno de los episodios más tensos en la historia de las relaciones entre México y Guatemala.

El pesquero Salina Cruz N° 1, al mando del capitán José López, se encontraba cerca de la costa guatemalteca, en lo que se conocía como la «zona económica exclusiva» de ambos países.

De pronto todo cambió; a lo lejos, una figura se perfiló en el horizonte: Un barco, aparentemente un guardacostas, se acercaba sin mostrar señales de advertencia.

Y en un segundo el silencio de la mañana fue roto por el sonido ensordecedor de las metralletas.

Sin previo aviso, los marineros guatemaltecos abrieron fuego contra el Salina Cruz N 1, sin importar que el barco mexicano estuviera en aguas internacionales.

Los pescadores mexicanos, sorprendidos por la agresión, se lanzaron al suelo en un intento desesperado por protegerse.

Los marineros trataron de maniobrar el barco, pero las ráfagas  de las ametralladoras  hirieron a varios miembros de la tripulación, incluidos el capitán y el ingeniero de la nave.

Después de minutos de angustia, el Salina Cruz N° 1 logró alejarse de la patrullera guatemalteca, aunque con daños visibles en su estructura.

El presidente Adolfo López Mateos ordenó que se enviara una nota diplomática urgente al gobierno guatemalteco, exigiendo una explicación y que los responsables fueran castigados.

En Guatemala, el incidente provocó tensiones, pero el gobierno del presidente Miguel Ydígoras Fuentes negó cualquier intencionalidad agresiva, asegurando que se trató de un error de identificación, una excusa que no logró calmar los ánimos en México.

Un incidente que marcó la historia

El ametrallamiento del Salina Cruz N° 1 se convirtió en un símbolo de la fragilidad de las relaciones internacionales de la época. Aunque las tensiones no desembocaron en un conflicto abierto, este hecho dejó una marca indeleble en la memoria colectiva de ambas naciones. México no solo exigió justicia por los daños causados, sino que también reforzó la vigilancia en sus aguas territoriales, mientras Guatemala se vio obligada a revisar sus protocolos de patrullaje y su política de seguridad en la frontera marítima.

El dato. Muchos de los enemigos políticos de Adolfo López Mateos señalaron en su campaña hacia la presidencia de México que López Mateos había nacido en Guatemala,

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