Ni la Nochebuena hace repuntar el turismo en Acapulco
Acapulco, Gro., 25 de diciembre del 2024.- Turistas en Puerto Marqués a punto de embarcarse en el muelle de playa Hermosa el lunes a mediodía, escuchan sorprendidos las historias y recuerdos de los huracanes Otis y John. «Otis nos destruyó todo y pues con John se perdieron varios restaurantes», expresaron Ismael y Quicksilver, jóvenes primos dedicados a la prestación de servicios acuáticos en Puerto Marqués.
Son esquiadores pero no hay patrocinadores, relata uno de ellos. El tema de conversación es el esquí acuático, mientras cuatro familias de la ciudad de México esperan ser trasladados en pangas a una embarcación mayor fondeada en la bahía marquesana. «Muchos patrones tienen departamentos que afectaron Otis y John, bajó mucho la esquiada porque ya no vienen», explicó Ismael, quien recordó que «cuando estaba la pandemia de covid-19 había más clientes». «Se salió la laguna y comenzó a escarbar los cimientos de los restaurantes. Ha bajado mucho el turismo, un 70 por ciento. Otis se llevó todo, fueron cinco horas de puro viento», comentó Quicksilver. A lo lejos se observa una superficie seca de unas cuatro hectáreas en el cerro superior de la avenida Escénica, sobre la parte alta de Pichilingue, devastada por los huracanes y los incendios forestales. Uno a uno se agolpan los recuerdos a unas horas del día de Nochebuena.
Promotores de Puerto Marqués que logran convencer a una familia de clientes en el bulevar de las Naciones, se trasladan sobre el cofre de vehículos en movimiento hasta la zona de restaurantes, cuando pasan frente a la parroquia de San José se persignan, al mismo tiempo que se inclinan y cierran los ojos en forma de agradecimiento. Fueron difíciles las semanas posteriores al paso del huracán John, que generó lluvias e inundaciones severas por el desbordamiento de la laguna negra de Puerto Marqués, del 23 al 27 de septiembre pasado, debido a la falta de turismo, aunado a los dos socavones provocados por John al final de la avenida Miguel Alemán, principal del poblado, que apenas fueron reparados de forma parcial por autoridades estatales, lo que ha permitido mayor afluencia de bañistas desde el fin de semana. Gracias a ello la circulación vehicular es fluida, y vehículos y autobuses de turismo pueden circular a lo largo del circuito vial sin tener que regresar por la entrada. Para acceder a los restaurantes del bloque tres, que registró 16 establecimientos destruidos por el paso de John, se debe caminar sobre puentes improvisados de madera o desde algún acceso a la playa. Entre las ruinas, algunos restauranteros se atrevieron a colocar toldos y enramadas sobre la franja de arena con la esperanza de recibir turistas y ofrecerles refrescos o algún platillo del mar.
«Pusimos mesas y sillas para rentar, es lo único que podemos hacer, aunque los clientes no se atreven a sentarse porque ven cómo está, les da cosa, uno que otro que se sienta pero es muy raro», expresó Víctor Calixto, propietario del restaurante María de Jesús, quien explicó que los dueños de establecimientos junto al mar están a la expectativa del plan de reconstrucción de Acapulco que será presentado en enero próximo por autoridades federales. La Secretaría de Turismo estatal informó que el lunes 23 de diciembre Acapulco registró 55.1 por ciento de ocupación hotelera a nivel general, sobre una base de 13 mil 82 habitaciones disponibles tras el paso del huracán Otis, que devastó Acapulco el 25 de octubre de 2023. Dividido por sectores, la zona Diamante promedió 53.4 por ciento; la zona Dorada 58.7 por ciento; mientras que la zona Tradicional o Náutica tuvo 46 por ciento de ocupación de habitaciones de hotel.
con información de https://www.jornada.com.mx/