Paso a desnivel | Por: David Cárdenas Rosas | Rodolfo Fierro la revolución fue su pretexto
La lealtad que le tuvo a Francisco Villa, solo es comparable con su ferocidad de verdugo.
Rodolfo Fierro siempre fue proclive a fusilar prisioneros. Mataba sin sentir compasión por nada, ni por nadie.
La revolución le dio el pretexto para sacar a flote su instinto y vocación homicida.
Corría el año de 1913, en el mes de septiembre cuando Fierro se sumó a las filas de la División del Norte.
Al paso de los meses y luego de mostrar su sevicia, Fierro comenzó a ser conocido como «El Carnicero», ya que donde pasaba dejaba estelas de dolor, sangre y muerte
Sin embargo su lealtad hacia Villa y su habilidad en la táctica militar, hacían que el Centauro del Norte le disculpara cada una de sus conductas.
Fue tanta la cercanía de ambos, que se convirtieron en la mancuerna guerrillera más respetada por las fuerzas federales.
Una muestra de la importancia del general Rodolfo Fierro es que incluso el 06 de diciembre de 1914, acompañó a Francisco Villa ya Emiliano Zapata en su entrada triunfal a la Ciudad de México, ahí Fierro aparece en la fotografía en la cual se aprecia a Villa y Zapata al centro de la imagen dentro del Palacio Nacional.
El de Villa fue un reconocimiento a Fierro por la ferocidad mostrada en los combates de Tierra Blanca, asimismo en la toma de Torreón, Paredón y San Pedro de las Colonias, entre otros.
Villa lo protegió incluso ante Venustiano Carranza que pidió a al general Villa le abriera un proceso a Fierro por haber dado muerte al ciudadano inglés William Benton, pero El Centauro, en lugar de eso, le otorgó un ascenso a su leal amigo Fierro.
De entre los excesos y crímenes que cometió este “ revolucionario” está plasmado en la historia el haber ordenado a sus tropas masacrar un grupo de 300 desertores de la División del Norte.
De igual manera fusiló a Tomás Urbina, quién lo había invitado a sumarse a las fuerzas de Pancho Villa.
Le comentaron a Villa que Urbina ya no quería pelear, y que su compadre Urbina se había “vendido” a las compañías petroleras.
Esto motivó el enojo del jefe de la División el Norte y acudió a reprender a su antes lugarteniente.
Hubo un enfrentamiento. Urbina resultó herido y luego de charlar con Villa, el Centauro le perdonó la vida.
Pero la insidia de Fierro hizo mella en el ánimo de Pancho Villa que le dejó la decisión a Rodolfo Fierro, quién sin mayor preámbulo fusiló a quien había sido su compañero y antiguo superior.
La revolución mexicana fue el semillero de grandes ideólogos y héroes, pero también hubo personajes de otro calibre como el de Rodolfo Fierro.