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Mujeres se unen para proteger el agua; luchan contra megaobras

Ciudad de México. 12 de octubre del 2024.- “Las mujeres somos defensoras del derecho al agua. Nosotras siempre estamos en contacto con el agua, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, entonces, de ahí la importancia en involucrarnos”. Así es como Leonor Díaz Santos, originaria de la comunidad de La Luz, San Pedro Tututepec, Oaxaca, define la lucha de las mujeres indígenas que defienden los recursos hídricos en el estado. Ella, por ejemplo, es parte de la defensa del río Verde, donde empresarios y gobierno quieren construir una presa hidroeléctrica.

Las empresas no miran el agua como un derecho humano, sino como un negocio. Miran este recurso como un poder económico; nosotras como mujeres, vayamos haciendo conciencia”, apuntó en el encuentro Mujeres, Agua y Vida Comunitaria.

Este evento congregó a medio centenar de mujeres indígenas procedentes de distintos puntos de la entidad, comprometidas con el recurso hídrico, amenazado por el despojo, contaminación y escasez por el cambio climático, proyectos extractivistas y megaobras. A propósito del Día Nacional de la Mujer Indígena, mujeres líderes de sus comunidades, se reunieron en la capital oaxaqueña para seguir adelante en la exigibilidad y protección del agua. Ellas, zapotecas, mixtecas, ikoots, mixes, viajaron por más de 10 horas, en las que recorrieron caminos troncales, pendientes y curvas. Nada importó porque querían llegar a compartir sus ideas, motivaciones, experiencias y aprendizaje. El propósito del encuentro, organizado por Educación Alternativa A.C. (Educa) fue generar un intercambio y articulación entre mujeres defensoras para el cuidado del agua.

Ana María García Arreola, integrante de Educa, detalló que el encuentro ha sido convocado año con año desde 2021, principalmente por “las problemáticas que las mujeres defensoras viven en sus comunidades, amenazadas por las actividades enfocadas en la explotación de los recursos naturales”. Dijo que las participantes coincidieron en condenar la comercialización del agua, recurso no renovable. Concepción Gómez Cruz, de la comunidad del Llano, Sitio Santiago, en Ocotlán de Morelos, denunció que, en su territorio de origen, una empresa minera pretende perforar un pozo profundo, a pesar de la negativa. Utilizando maquinaria pesada sin el consentimiento de la comunidad, dañaron el suelo y diferentes especies endémicas de la comunidad, con el pretexto de una inspección de un proyecto corporativo”, indicó. Advirtió que “las mujeres no vamos a permitir la entrada de esas personas, porque pues como le digo les va perjudicar mucho a nuestros niños, los dejarán sin agua, además de que su plan está cerca de nuestra comunidad”.

Patricia Silva, de la región mixteca, resumió los orígenes de la organización Mujeres en Desarrollo (Mudem), que tiene como objetivo principal el derecho humano al agua y al saneamiento. El activismo de Silva le ha generado la hostilidad de algunas personas, quienes la han amenazado y perseguido. Durante el encuentro identificaron las emociones que atraviesan a cada una dentro de sus procesos comunitarios y colectivos ante las múltiples violencias que enfrentan en sus quehaceres cotidianos. Un espacio de coescucha, desahogo o como ellas mismas lo nombran “un espacio para tomar fuerzas y seguir adelante”. También se abordó la participación política de las mujeres y la paridad de género en los ámbitos locales, partiendo desde su propia realidad y experiencias en los territorios de los que son parte. Al mismo tiempo reflexionaron sobre las experiencias que viven respecto a los cargos comunitarios “Es indispensable quitarnos las culpas que a veces sentimos o nos imponen por participar o no, por cumplir los cargos o no, por hacer bien o no un servicio. Esta vigilancia no se hace de la misma manera para los hombres”, señalaron.

Las mujeres estamos participando desde siempre en las comunidades y en muchas luchas, ponemos nuestro cuerpo en la defensa de la vida y de los territorios”, expuso Alicia Valentín Mendoza, integrante del comisariado de bienes comunales de Santo Tomás Jalieza, Ocotlán. El encuentro también incluyó trabajos grupales para visibilizar y reflexionar sobre las múltiples dominaciones: capitalista, patriarcal y colonial, que enfrentan las mujeres y las comunidades. En una de las sesiones hablaron de métodos de autocuidado, bordaron y crearon poesía. Las defensoras del agua y el territorio se fortalecieron aún más.

con información de https://www.excelsior.com.mx/

 

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