Charlas de taberna | Por: Marcos H. Valerio | Incendios forestales, los más peligrosos, pueden envolver al bombero
De acuerdo al último informe de la Comisión Nacional Forestal, hasta el 14 de mayo, los 205 incendios activos en el país han afectado una superficie de 113 mil 790 hectáreas.
Controlar estos incendios requiere técnica y conocimiento para identificar diversos factores como el color del humo, la dirección del viento y las herramientas adecuadas para enfrentarlos.
El Heroico Cuerpo de Bomberos de la UNAM compartió con CAMPECHE HOY, los recursos que emplean para extinguir incendios y ofrecieron algunas recomendaciones para prevenirlos.
Mientras se pone el uniforme y ajusta el casco, el jefe del Departamento de Prevención y Combate de Siniestros Bomberos de la UNAM, Roberto Hernández Camarillo, comenta que todo incendio representa un riesgo, sin importar el material combustible involucrado.
«Los incendios forestales son especialmente peligrosos porque las corrientes de aire pueden cambiar la dirección del fuego y envolver a los combatientes si no saben cómo manejarlo. Se necesita mucha preparación para controlarlo. Una vez que comienza, puede extenderse rápidamente, arrasando no solo la vegetación sino también casas.»
Según la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), el 99 por ciento de los incendios forestales son causados por actividades humanas, principalmente quemas agropecuarias y de urbanización, junto con acciones intencionales y descuidos como no apagar correctamente cigarrillos o fogatas. El resto se debe a fenómenos naturales como descargas eléctricas o erupciones volcánicas.
La temporada de incendios forestales en las zonas centro, norte, noreste, sur y sureste del país dura los primeros seis meses del año, mientras que en el noroeste comienza en mayo y termina en septiembre, según la Semarnat.
El entrevistado, señala que el cuerpo de bomberos, está preparado para combatir incendios forestales y en general, derrames de sustancias peligrosas, fugas de gas y agua, cortocircuitos, accidentes automovilísticos, control de fauna nociva y rescate de personas y animales.
Además, ofrecen talleres y capacitación a la comunidad universitaria en el manejo de extintores y procedimientos en caso de siniestros.
ANTES DE COMBATIRLOS, HAY QUE ANALIZAR
Hernández Camarillo explica que antes de combatir un incendio forestal, los bomberos deben estudiar el fuego y prestar atención al color del humo y la dirección del viento. No es lo mismo una humareda de una carne asada que una gran nube generada por un fuego propagándose en la vegetación. En caso de ver humo blanco que se vuelve negro o azul, es crucial estar alerta, colocarse contra el viento para evitar las llamas y avisar al 911.
«Además, estos incendios contribuyen a la contingencia ambiental. A veces ocurren en el bosque de Tlalpan, en los Dinamos y en Cuernavaca, Morelos. Cuando eso sucede, el viento lleva el humo a la Ciudad de México, y de pronto se percibe olor a quemado. En esos casos, es mejor evitar actividades al aire libre para no respirar aire contaminado».
Roberto Hernández, detalla que existen diferentes maneras de extinguir un incendio forestal, pero se tiene más éxito cuando los bomberos usan agua. Utilizan distintos chorros según el avance del fuego: el chorro directo y a distancia se usa para cubrir una zona fría, y el de media cortina, que se dispersa como abanico, sirve para protegerse en caso de que las llamas se dirijan hacia ellos.
«Cuando no es posible alcanzar las llamas con mangueras, usamos mochilas aspersores, que permiten generar chorros directos y de abanico. Si el fuego no puede ser controlado con agua ni espuma, utilizamos herramientas como motosierras o machetes para crear líneas contenedoras y retirar material combustible. Las palas sirven para sofocar el fuego con tierra y los rastrillos para retirar materia inflamable.»
En espacios abiertos, una chispa puede causar una tragedia. Por ello, el Heroico Cuerpo de Bomberos de la UNAM recomienda a quienes acampan que se informen sobre el lugar y las condiciones para hacer fogatas, ya que muchas veces no están permitidas debido a ráfagas de viento.
«A quienes trabajan en el campo y necesitan hacer quemas para limpiar terrenos, es fundamental acercarse a Protección Civil para recibir capacitación. A todos los que disfrutan de espacios abiertos y con vegetación, les invitamos a seguir los lineamientos del lugar para evitar incidentes y proteger nuestra naturaleza», concluye Hernández Camarillo.