Sostenibilidad y tecnología, la ruta china al dominio automotriz
Shanghái, 28 de abril del 2024.- Esta es una ciudad que va a ritmo vertiginoso. Un omnipresente sistema de vigilancia la posiciona como una de las más seguras del mundo, pero al mismo tiempo destaca por su compromiso con la sostenibilidad y la innovación tecnológica.
La ciudad está en una carrera constante hacia un horizonte donde los motores de combustible son cosa del pasado, y las electrolineras se han convertido en el nuevo estándar, remplazando a las gasolineras tradicionales que ahora son una rareza en el distrito financiero de Pudong.
Esta transformación no es sólo una cuestión de infraestructura, sino también de cultura y economía, que se ve reflejado en la población, la cual usa en gran medida bicicletas o motonetas eléctricas para transportarse.
En este contexto, los vehículos de combustible, con sus altos costos de impuestos, se han convertido en un símbolo de estatus exclusivo para los ultrarricos. Mientras tanto, la mayoría de la población ha abrazado la revolución de los autos eléctricos, atraídos por una industria que no sólo ofrece tecnología de punta, sino también precios accesibles, los más bajos a nivel mundial.
Metas para 2030
La industria automotriz china está en la vanguardia, y Shanghái es su escaparate. Los vehículos eléctricos que circulan por sus calles son el epítome de la innovación: sistemas de acceso y arranque con huella dactilar, capacidad de estacionamiento autónomo, emisión de hologramas, mensajes proyectados en los cristales, parabrisas panorámicos, y pantallas que se extienden a lo largo del tablero.
Estos autos no sólo son un medio de transporte, sino también una declaración de la capacidad de China para liderar en tecnología e inteligencia artificial.
Los fabricantes como BYD, AIon, Saic Motors, Nio, Geely, Chirey, Zeekr y Xiaomi, son sólo algunos ejemplos de empresas que están redefiniendo la industria automotriz. Sus vehículos no sólo adornan las calles de Shanghái, sino que también se exhiben en los centros comerciales, invitando a los ciudadanos a ser testigos y participantes de esta era de transformación.
La ciudad no sólo es el epicentro de esta revolución, sino también el laboratorio de pruebas para una industria que combina estética futurista con tecnología de vanguardia.
La transición hacia un futuro eléctrico es un reflejo de la ambición de China de liderar la carrera global hacia la sostenibilidad, marcado por un ambicioso objetivo de que en 2030 uno de cada tres autos que circulen en el país sea eléctrico.
Con información de: https://www.jornada.com.mx/