Paso a desnivel | Por: David Cárdenas Rosas | Aureliano Blanquet. Traicionaba al despuntar el día.
Traicionaba de manera inmediata…
Traicionaba al despuntar el día.
Incluso antes de mencionar su nombre se le anteponía el título de “el traidor Aureliano Blanquet”
Tenía virtudes del zalamero… la falsedad era una de ellas. Incluso Victoriano Huerta se refería a Blanquet con ese calificativo; el traidor.
A Aureliano eso nunca le importó, se conocía bien.
Su biografía señala que nació en el año de 1848 en Michoacán, Morelia, y formó parte del ejercito de liberales durante la Segunda Intervención Francesa
En 1866 fue herido ingle y su “heroísmo” contribuyo para ser nombrado Sargento 2º, luego Sargento primero.
A la caída del imperio de Maximiliano, fue uno de los encargados del fusilamiento de Maximiliano de Habsburgo.
Para entonces su ambición de poder lo llevaba a formar parte de momentos trascendentales.
Conocedor de los alcances de personas más capaces que él, se formó en las filas de Porfirio Díaz.
En ese bando Blanquet llevó a cabo un sin número de atrocidades en contra de mayas y yaquis. Era tan traidor como desalmado.
Siendo militar rechazaba cualquier idea revolucionaria, sin embargo a la caída de Díaz, Blanquet pasó lista ante el presidente Madero.
En Puebla, en 1911, un grupo de hombres armados disparó en contra de los federales, Blanquet los persiguió y acabó con la vida de más de 40 personas.
Madero lo exculpó y exigió a la población que se rindiera ante Blanquet.
A partir de 1912 estuvo bajo las órdenes de Huerta y combatió a los zapatistas.
En el gobierno de Francisco I. Madero, el presidente lo ascendió, contra la opinión de Emiliano Zapata. Pero Blanquet nunca estuvo bajo las órdenes de presidente.
Huerta, Mondragón, Blanquet y Félix Díaz dieron un golpe de estado que acabó con la vida de Francisco I. Madero.
Victoriano lo nombró secretario de Guerra y Marina, en 1913 y posteriormente General de División y Ministro de Marina.
El 15 de julio de 1914, Huerta y sus cercanos abandonron el país. Blanquet se asiló en Cuba y regresó a México en 1919 para combatir al gobierno de Carranza.
En ese contexto Aureliano Blanquet peleó sus últimas batallas y encontró la muerte.
Al ser perseguido en Veracruz, en su huida, cayó en la barranca de Chavaxtla, en Huatusco
La orden era llevar su cuerpo para dar fe de su muerte, lo corpulento del fallecido hacían imposible la tarea, entonces los soldados le cortaron la cabeza a su cadáver y luego fue expuesta en el Puerto de Veracruz.
Así murió quién fue un testigo de varias traiciones a México y de sus propias ingratitudes y deslealtades.