Señaló que con frecuencia se tiene tendencia a cambiar de hábitos alimenticios desde el inicio de las posadas y hasta el 6 de enero, “es por eso que aconsejo un decálogo a seguir, con el objetivo de prevenir el aumento de peso”, apuntó la nutrióloga de la dependencia.
Pimentel Martín puntualizó que se recomienda continuar una actividad física al menos 30 minutos por día.
Además, dijo, “no se sugiere la ingesta de alcohol, ya que aporta calorías vacías; es importante planificar el menú. Si el plato principal es muy graso, se deberán preparar entrantes ligeros, como por ejemplo las verduras”.
Aconsejó “planificar la compra para evitar las sobras; no dejes de consumir fruta. Puedes prepararla como postre y/o sobremesa, como por ejemplo bandejas con frutas tropicales o entrantes como ensaladas o brochetas de fruta”.
Destacó la importancia de que cuando se cocina es necesario evitar los “picoteos”; sustituir las salsas industriales por las caseras a base de hortalizas, hierbas aromáticas, jugo de limón, yogur desnatado y vinagretas.
“Consume la fruta como postre. Elabora postres caseros reduciendo el contenido de azúcar (se puede sustituir con edulcorantes) y grasas; si quieres comer de todo lo que hay en la mesa, sírvete en un plato pequeño cantidades de todo lo seleccionado y no repitas”, dijo.
Comentó que es muy frecuente caer en el error de llegar a la comida o a la cena con un ayuno de muchas horas, con la vana esperanza de “compensar” el previsible exceso alimentario. El error es importante, ya que lejos de evitar tal exceso, en realidad lo facilita, indicó.
Agregó que un ayuno prolongado reduce la glucemia y en estas condiciones se incrementa la producción endógena de insulina, lo que se traduce en un aumento del apetito y una absorción y metabolismo glucídico más acelerado.
Por lo tanto, dijo, ante una comida previsiblemente copiosa, lo mejor es desayunar adecuadamente e, incluso, tomar un ligero tentempié antes de la comida.
