Charlas de taberna | Xóchitl, decepcionó a politólogos | Por: Marcos H. Valerio
En el inicio del 2024, aquellos politólogos, columnistas, articulistas y académicos especializados en política que inicialmente respaldaron a la candidata neoliberal, Xóchitl Gálvez, han dado un giro marcado hacia la desaprobación de su imagen. La aspirante ha permanecido estancada en las preferencias electorales durante varias semanas, generando frustración y anticipadas derrotas incluso entre sus antiguos seguidores.
En los recientes días, un sector de comentaristas que anteriormente elogiaban a la senadora panista por su carisma y por encarnar la lucha del pueblo debido a su «origen modesto», según lo describió Enrique Krauze, ahora la juzgan por la dirección incierta de su campaña.
Los informes de encuestas indican que no ha logrado reducir la brecha que la separa de Claudia Sheinbaum Pardo, la aspirante presidencial de MORENA, quien por cierto, en cada encuesta se aleja por mucho de la conservadora.
Guadalupe Loaeza, la escritora que en algún momento expresó apoyo, ahora expresa su decepción: «Tu campaña para la Presidencia de la República me parece muy lejos de las expectativas que nos habíamos hecho tus seguidores».
Otros analistas, como Jesús Silva-Herzog, señalan que la frescura que se percibía en el estilo de Xóchitl Gálvez ha evolucionado hacia una debilidad de discurso y falta de guía estratégica.
A pesar de ser considerada como la «novedad efervescente» en la política mexicana hace unos meses, las encuestas actuales reflejan un estancamiento en las preferencias electorales de Xóchitl Gálvez, ubicándola considerablemente por debajo de Claudia Sheinbaum. La falta de estrategia, segmentación del electorado y un mensaje claro son señalados como problemas clave en la campaña de Gálvez.
Las incorporaciones de perfiles como Max Cortázar y Santiago Creel Miranda, junto con estrategias centradas en atacar al presidente Andrés Manuel López Obrador, han generado críticas adicionales.
La exaltación inicial de la candidatura de Xóchitl Gálvez ha dado paso a una serie de cuestionamientos y desilusiones por parte de politólogos, quienes en un principio la veían como una opción competitiva y aceptable para todos.