Charlas de taberna | Presenciarán en Campeche al “sol roto” | Por: Marcos H. Valerio
El próximo sábado 14 de octubre de 2023, alrededor de las 11:30 de la mañana, un eclipse anular hará que en Campeche y la península de Yucatán se forme un aro de fuego alrededor de la Luna y que el cielo se oscurecerá.
Los mayas llamaban a este pa’al k’in, o ‘Sol roto’. “Aunque los hemos estudiado desde tiempos antiguos, los eclipses nos maravillan hoy tal y como antes”, señala en entrevista para CAMPECHE HOY, el doctor José Franco, del Instituto de Astronomía de la UNAM.
Detalla que “el eclipse anular ocultará al Sol en 90.5 por ciento, iniciará su recorrido en el océano Pacífico, ingresará a Estados Unidos por Oregón y avanzará hasta salir por Texas. Cerca de las 10:45 horas entrará en México a la altura de Campeche, bajará por la selva hacia Calakmul y luego seguirá por parte de Quintana Roo y Belice. Dicho trayecto llegará a Centroamérica, continuará hasta Brasil y, finalmente, concluirá en el Atlántico”.
Es probable que fuera un eclipse, el 21 de abril del 1325 después de Cristo, el que diera a los aztecas la señal definitiva para fundar la ciudad de México-Tenochtitlan a mitad de un lago, como sugiere el astroarqueólogo Jesús Galindo, del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM.
Ello muestra que, además de estar en el inicio mismo de la historia, estos fenómenos podrían ser base y explicación de varios hechos históricos. Decía Jorge Luis Borges en su ensayo “Los cuatro ciclos” que si comparamos los textos de antaño con los actuales veremos que el hombre siempre regresa a los temas que le han dejado huella.
¿Pero cómo es posible que un objeto tan relativamente pequeño como la Luna pueda tapar al Sol, en especial si consideramos que éste es tan voluminoso que, en su interior, ella cabría unas 65 millones de veces?
Lo que sucede, explica el profesor Franco, es que, en el firmamento, ambos parecen de tamaño idéntico. Esto se debe a que, aunque nuestro satélite posee un diámetro 400 veces menor al del astro, también está 400 veces más cerca.
Es como si colocáramos a lo lejos un balón de soccer, tomáramos una canica entre nuestro pulgar e índice y la acercáramos a nuestro ojo justo hasta el punto donde ésta luce igual de grande que la pelota. A este delicado balance entre dimensión y percepción se le denomina diámetro angular y es lo que permite a la Luna ocultar al Sol, casi de manera exacta, al transitar frente a él.
“Sin embargo, la órbita lunar es una elipse elongada y no un círculo perfecto y eso hace que unas veces se encuentre más lejos y otras más cerca de la Tierra y, por lo mismo, si la Luna se cruza con el Sol cuando está en una posición distante su tamaño aparente será menor al del astro y casi lo tapará, mas no del todo, y dará la impresión de tener un halo luminoso por encima de su contorno: a esto se le llama eclipse anular. Por el contrario, si ella pasa por enfrente cuando está en una posición cercana, ocultará al disco solar de forma completa, el cielo se oscurecerá cual si fuese noche, habrá estrellas y tendremos uno total”.