¿Tos y dolor de garganta que no se quitan? No es gripe, podría ser reflujo laringofaríngeo
- ¿Constantemente despiertas con dolor de garganta o a la mitad de la noche te despierta una tos que te hace sentir como si no pudieras respirar? Lo más probable es que no se trate de una infección de las vías respiratorias, sino de reflujo laringofaríngeo
Ciudad de México, 30 de diciembre del 2022.- Aunque el dolor de garganta es uno de los síntomas característicos de las infecciones de vías respiratorias, es importante que la población y los doctores de cabecera sepan que hay otra causa bastante frecuente que puede provocar dolor de garganta crónico.
El problema es que, ante un síntoma como el dolor de garganta y tos, las personas acuden al doctor, quien erróneamente les receta antibióticos que no ayudan a curar el verdadero problema y solo contribuye a desarrollar otro como la resistencia antimicrobiana.
De hecho, el doctor Sergio Caretta, director del Centro de Enfermedades Respiratorias Ciudad Satélite en el Estado de México y consejero secretario del Consejo Mexicano de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello, explicó que 1 de cada 10 casos de dolor de garganta se debe a inflamación; sin embargo, en México, 9 de cada 10 doctores recetan antibióticos para ese problema.
La tos y el dolor de garganta crónicos, alteraciones en la voz, congestión nasal e inflamación que se manifiesta mediante la carraspera también son síntomas del reflujo laringofaríngeo.
No todo el dolor de garganta es por infección, puede ser reflujo
En conferencia de prensa el doctor Sergio Caretta y el doctor Genaro Vázquez, presidente de la Sociedad de Gastroenterología del Estado de Nuevo León, hablaron sobre el reflujo, un padecimiento que afecta con frecuencia a la población occidental debido a la dieta que se consume.
Los expertos explicaron que existen dos tipos de reflujo, el más conocido es el reflujo gastroesofágico, ese que todo el mundo conoce como agruras y que ocurre cuando el esfínter esofágico no trabaja correctamente y provoca que la comida se regrese al esófago.
Pero el que pocos conocen es el reflujo laringofaríngeo, el cual también es bastante común, pero es subdiagnosticado debido a que sus síntomas se confunden con el reflujo gastroesofágico o con infecciones de las vías respiratorias.
De hecho, el doctor Caretta señaló que el reflujo laringofaríngeo está presente en el 15 a 20% de las personas que acuden a consultar con el otorrinolaringólogo con síntomas de enfermedades respiratorias, además de que el 50% de los pacientes con pérdida de la voz padecen reflujo laringofaríngeo.
El reflujo laringofaríngeo puede provocar síntomas en oídos, ojos y nariz
A diferencia del reflujo gastroesofágico en el que el contenido del estómago se regresa hacia el esófago, en el reflujo laringofaríngeo la comida se regresa hacia estructuras más allá del esófago, como la laringe e incluso puede llegar a los oídos, los ojos y la nariz.
El reflujo laringofaríngeo es más común en pacientes de 50 años, pero se puede presentar desde los 40. Es más común en mujeres y sus causas principales son malos hábitos alimenticios y sobrepeso y obesidad.
Los síntomas del reflujo laringofaríngeo son:
- Sensación de quemadura que sube del esófago a la faringe
- Regurgitación
- Dificultad para tragar alimentos o líquidos
- Dolor al momento de tragar alimentos o líquidos
- Dolor de pecho
- Pérdida o alteración de la voz
- Tos crónica
- Laringitis
- Sensación de cuerpo extraño
- Espasmo laríngeo
- Dolor de garganta crónico
El diagnóstico del reflujo laringofaríngeo no es sencillo
Hay muchas pruebas de diagnóstico para detectar el reflujo laringofaríngeo pero es una enfermedad difícil de detectar. Se requieren estudios como la laringoscopía, la endoscopía superior y la pHmetría ambulatoria con impedancia.
El tratamiento del padecimiento consiste en controlar el reflujo ácido, ya que es el que causa la mayoría de síntomas. Los medicamentos con mayor eficacia y seguridad para controlar esto son los inhibidores de bomba de protones (IBP’s).
Existe una variedad amplia de IBP’s, siendo los más conocidos el omeprazol, pantoprazol esomeprazol, lanzoprasol y rabeprazol, sin embargo, estudios han demostrado que el de mayor efectividad es el ilaprazol.
Con información de: https://www.eluniversal.com.mx/