Deportes

Aficionados se alejan de una Copa del Mundo que no los hace soñar

Berlín, 21 de octubre del 2022.- El Mundial de Qatar es único en varios aspectos, pero uno que la FIFA vería con desagrado es el desánimo de los aficionados de todo el mundo por asistir a un torneo que, según algunos hinchas, “no los hace soñar”.

Son muchos los factores que intervienen, los cuales por separado podrían haber sido disuasorios, pero juntos, han hecho que los aficionados, quienes habitualmente siguen a sus equipos pese a realizar un gasto enorme, han decidido no ir a esta edición de la Copa del Mundo.

El cambio de fecha del certamen de verano al invierno debido a las altas temperaturas y su cierre sólo una semana antes de Navidad, han tenido un impacto significativo.

Los estrictos requisitos de entrada, los elevados precios del alojamiento y la preocupación por el historial de derechos humanos y de la comunidad LGBTQ+ de Qatar también han mermado el entusiasmo por el torneo que se celebrará del 20 de noviembre al 18 de diciembre.

Las restricciones en el consumo de alcohol y el elevado precio de las bebidas, el hecho de que muchos hoteles de Doha no proyecten los partidos debido a los costos de las licencias, y la falta de alternativas de entretenimiento en una ciudad que nunca se preparó para los turistas, también han convencido a los aficionados de divertirse más viendo el Mundial en casa.

Gales juega su primera Copa desde 1958, pero Paul Corkrey, de la Asociación de Aficionados al Futbol de Cymru, dijo que la respuesta en su país ha sido discreta por el lugar y la época del año. “Esperaría que 3 mil aficionados viajen”, apuntó.

Qatar, donde los extranjeros constituyen la mayoría de sus 2.9 millones de habitantes, ha sido objeto de un severo escrutinio por el trato que da a los trabajadores inmigrantes. “El país anfitrión no tiene los mejores esfuerzos en materia de derechos humanos, lo cual es importante”, dijo Matthew Moulden, del grupo estadunidense de aficionados American Outlaws.

A gran cantidad de aficionados les sorprendió la elección como anfitrión de Qatar, un país rico en energía que carece de una tradición futbolística y tiene un clima inadecuado para este deporte.

“Muchos no irán porque Qatar no es un país de futbol. Doha no atrae. No hace soñar a los aficionados”, dijo Anne Costes, vicepresidenta de los Irresistibles Franceses, seguidores de los Blues.

Pese a todas las preocupaciones, Qatar sigue esperando una cifra sin precedentes de 1.2 millones de visitantes durante el torneo, lo que representa más de un tercio de la población del estado árabe.

“Conozco a mucha gente que renunció a asistir, sobre todo por los costos de alojamiento”, dijo Karina Medina, de Hinchas Argentinos. “Pero varios irán, sólo por ver el último Mundial de Lionel Messi”.

Brasil, desanimado

En Brasil, las elecciones presidenciales han opacado el entusiasmo de los aficionados. La bandera brasileña es un símbolo del presiden-te Jair Bolsonaro, quien se apropió de ella en busca de su relección, situación por la que muchos habitantes evitan usar la prenda.

Pero el distanciamiento de la afición no es nuevo. Analistas atribuyen el desencanto al uso político de la camiseta, pero también a la caída 7-1 contra Alemania en 2014, así como a figuras polémicas como el goleador Neymar, quien apoya a Bolsonaro.

Con información de: Reuters y Afp 

Botón volver arriba