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Rutas Mochileras Mx | Por: Gabriela Arbeu | Senderismo, aventura y paisajes naturales: Centro Ecoturístico Manantiales Kinjua

Foto: Fernando González Sánchez

En esta ocasión, iremos más allá del corredor de la montaña y nos vamos a trasladar a la Reserva de la Biosfera de la Barranca de Metztitlán, exactamente a la comunidad de San Pedro Ayotoxtla.

A través de las barrancas de Metztitlán y en medio de paisajes desérticos encontrarás el lugar perfecto para descansar, relajarte y desconectarte de todo, estamos hablando del Centro Ecoturístico Manantiales Kinjua. Gracias a la riqueza en minerales que abunda en esa región las aguas termales adquieren un impresionante color turquesa.

Desde que ingresas debes pagar una cuota para el mantenimiento del lugar de $50.00 y no es necesario contratar un guía ya que el camino te va a llevar hasta la gruta y cascada más grandes del lugar.

Son aproximadamente 14 km., te recomiendo llegar temprano, llevar ropa cómoda, zapatos acuáticos o en su defecto si no tienes problema con los tenis que llevas puedes mojarlos.

Puedes iniciar tu recorrido por los manantiales dirigiéndote a la primer poza – aquí el agua te llegará unos centímetros más arriba de la cintura-, y el otro camino que fue el yo tomé te llevará por un sendero cubierto de árboles grandes, verdes y llenos de mangos, un arroyo que se alimenta de los propios manantiales con pescados dentro de ellos y una que otra cabra en el camino. – Aquí todo el lugar es para una excelente fotografía, por eso lleva tu celular, cámara o GoPro bien cargada y con buena memoria para unas tomas increíbles -.

Foto: Fernando González Sánchez

Un kilómetro después viene el primer contacto directo con el agua, un pequeño río de agua tibia y clara que te permite ver las piedras de todas las formas y tamaños y te llega arriba de los tobillos, al avanzar encontrarás el famoso “Arco de los manantiales” – una estructura del siglo XVI y una parada obligatoria para tomar la fotografía del recuerdo -, el agua va subiendo y te puede llegar a la rodilla y va un poco más rápido. Antes de continuar, recuerda que, aunque el río no sea tan profundo debes pisar siempre con fuerza y seguro. Hay tramos en los que pasas por pequeñas montañitas de piedras y ahí saldrás por minutos del agua.

La segunda parada obligatoria es al llegar a la primera poza, que básicamente es una alberca natural, el agua te va a llegar más arriba de la cintura y sin problema podrás nadar hasta conocer más de cerca las primeras dos cascadas que alimentan al manantial.

Unos metros después vas a encontrarte con el segundo manantial rodeado de árboles y grandes piedras, no tan hondo como el primero, pues aquí el agua te va a llegar a las piernas y podrás tomarte la foto con las mini cascadas que se hacen. Puedes tomar un descanso y comer – te aconsejo que lleves snacks, hidratación y comida, pues durante todo el trayecto no hay baños ni lugares donde vendan comida -.

El camino restante es atravesar completamente por el río, aquí puede llegar el agua a los tobillos y otras veces a la rodilla, pisa con seguridad y no te dejes sorprender por las corrientes de agua. Una de las paredes de rocas que ahí encontrarás te darán la sombra que necesitas para seguir tu camino hacía la última gruta – y si me lo preguntan la más hermosa de la tres- aquí el camino comienza a dificultarse un poco, ya que pasarás por ríos donde la corriente es más rápida, piedras más grandes y al hacer la mezcla de estos dos llega un momento que el agua, aunque sea limpia y transparente no puedes distinguir bien la profundidad de estos caminos.

Foto: Fernando González Sánchez

Después de caminar kilómetro y medio, habrás llegado a la gruta con el agua más fría, pero que te ayudará a refrescarte después de una larga caminata. Hay una pequeña escalera de madera que parece que en cualquier momento va a caerse, pero no, no tengas miedo pues está bien sostenida. Y es ahí donde encontrarás la última y más hermosa cascada. El agua fría y rápida hacen que sientas la gran fuerza que la naturaleza tiene.

Ahí podrás quedarte y relajarte para continuar tu camino de regreso, y aunque ya pasaste por los diferentes ríos y pozas, verlos nuevamente vuelven a ser tan increíbles o más de lo que la primera vez.

Los manantiales Kinjua se localizan en San Pedro Ayotoxtla, en Metztitlán, Hidalgo. El viaje te tomará de 5 o 6 horas aproximadamente, puedes llegar directamente al municipio de Metztitlán y de ahí a la comunidad de San Pedro Ayotoxtla hasta llegar al Centro Ecoturístico.

Toma en cuenta que es un lugar casi virgen y alejado de la ciudad – aproximadamente a 6 horas-, no hay señal por lo que te recomiendo ir acompañado. Recuerda cuidar el entorno y llevarte la basura que hagas. Al llegar a la entrada podrás comprar antojitos mexicanos o deliciosas aguas frescas en los puestitos que los lugareños tienen ahí.

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